ENSAYO ABIERTO

Desde distintos espacios escénicos -ante un bosque de bombillas, bajo un árbol en flor...- y con una hermosa iluminación, el trovador fue desgranando 'Palabras para Julia', de Paco Ibáñez, y temas propios como 'Últimamente', 'Sucede que a veces' o 'Ana', cantada tras un largo y melancólico monólogo que fue una pieza de microteatro en sí misma. En conversación constante con la voz en off del presunto regidor, también jugó a la 'stand-up comedy' cuando introdujo 'Ahora' y 'Agua y aceite'. Con delicioso toque acústico y esa voz trémula que conserva intacto su poder evocador desde hace 20 años, abordó 'Sin ti a mi lado' y 'El día de la ira', dedicada a las mujeres que saldrán a la calle el 8 de marzo. «En ellas depositamos nuestras esperanzas. ¡Salvadnos!», imploró el cantautor.

Tras recordar 'Tantas cosas', se sentó en las escaleras junto a Nuria, una veterana fan que ejerció de atril durante 'Te odio'. Tiró de bucles sonoros en 'Si se callase el ruido' antes de perrear con 'La llamada' y volver a la calma con 'Recuerdo', 'Nieve', 'Ojalá' (Silvio Rodríguez), 'Vértigo', 'Ahora que te encuentro' y el clásico de clásicos 'Papá, cuéntame otra vez'. Luna, una niña de siete años sentada en las primeras filas, le dio la idea de cantar 'La luna de Candela' (Magdalena Fleitas), el primer bis al que siguieron 'Vine del norte', 'Al bando vencido' y 'Eres'. Así concluyeron dos horas y media de ensayo abierto con un Ismael Serrano más emocionante, cercano y divertido.