Donostia, vista por un centenar de sus habitantes

La muestra se abrió en la plaza Zuloaga, junto al Museo San Telmo, y es una iniciativa del Ayuntamiento de San Sebastián a través de Donostia Lagunkoia, con la colaboración de la Biblioteca de Creación de Tabakalera-Ubik, y vinculada a la Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi, Mugak.

«Es una iniciativa preciosa que nos hace tomar conciencia de que cada uno tenemos una mirada distinta sobre nuestra ciudad», destacó Eneko Goia en la presentación. «Ese cruce de miradas hace que esta sea una ciudad diversa y un lugar maravilloso para vivir y disfrutar». También señaló el alcalde que «el mar es el elemento que nos une, donde todos podemos encontrar un punto de fuga», como se refleja en muchas de las imágenes de la exposición.

Los cien habitantes que han participado en esta experiencia se corresponden con un dato fundamental de la estructura poblacional de la ciudad: «Si Donostia tuviese solo 100 habitantes, 17 serían menores de 19 años, 15 tendrían entre 20 y 34 años, 29 entre 35 a 54 años, 21 entre 55 y 70 años y 18 mayores de 70 años. Por eso, los 100 habitantes que participan en esta muestra representan esta misma proporción», explican los responsables de la exposición, que fue inaugurada por el alcalde Eneko Goia, el comisario de la Bienal de Arquitectura de Euskadi, Pedro Astigarraga, y la responsable de Donostia Lagunkoia, Eva Salaberria.

«Además de los distintos ciclos vitales, hay otras muchas variables que muestran la diversidad de quienes participan en la exposición, en la que se pueden encontrar personas de distintas procedencias, dedicaciones o barrios de residencia», destacan los creadores de la muestra. En el juego han participado desde una estudiante de cocina hasta una monja, pasando por un profesor, una artista, un arquitecto, un policía, una emprendedora o un diseñador.

Estas 'Miradas contemporáneas' buscan también la autenticidad: «En la fotografía analógica no hay filtros ni retoques». La única condición era recorrer las calles de la ciudad durante dos semanas de octubre, con la cámara desechable, para tratar de responder con sus imágenes a las ocho preguntas que se les planteaban. Entre ellas están algunas como: ¿Cuál es tu lugar favorito en la ciudad? ¿Dónde te relacionas con otras personas? ¿Cuál es el lugar en el que más tiempo pasas? o ¿Qué te ilusiona?

En las fotografías de la muestra, dispuestas en paneles en forma de cubos al aire libre en un lado de la plaza, se recogen espacios conocidos de la vida cotidiana como los parques y zonas verdes o puntos de encuentro como los aledaños del Náutico, y el muelle, o el Paseo de los Fueros, que son los puntos que el alcalde ha señalado como sus favoritos. Otros han optado por el ámbito más íntimo de su propio hogar, con escenas cotidianas de su rincón favorito.

«Tenemos que felicitarnos porque lo hemos hecho entre todos», manifestó Eva Salaberria, coordinadora del proyecto desde Donostia Lagunkoia, ante los participantes de todas las edades que acudieron a la presentación bajo la intensa lluvia. «Quiero compartir la emoción de ver aquí desde niños que no tienen ni un año a quien está cerca de los cien. Porque este proyecto quiere ayudar a pensar en un nuevo modelo de convivencia ciudadana con todas las diferentes necesidades y afrontando los retos en común», señaló Salaberria.

El comisario de la Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi, valoró que «estas cien miradas son un buen ejemplo de la pluralidad y transversalidad de Mugak. Es una exposición preciosa». Y además aportó su propio punto de vista confesando que su mirada favorita sobre Donostia es «subir a Ulia y ver todo la ciudad a mis pies».