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Una de las obras que se exponen en San Telmo museoa.

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Una de las obras que se exponen en San Telmo museoa. Michelena

El diablo se despliega en San Telmo desde un cuadro de Brueghel

La exposición 'El diablo, tal vez' reúne piezas clásicas y reinterpretaciones contemporáneas de Antoine Roegiers

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Viernes, 28 de febrero 2020, 14:16

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Uno de los abigarrados cuadros de la saga de los Brueghel, que contiene múltiples escenas como pequeñas obras que se complementan, es el detonante de la exposición 'El diablo, tal vez. El mundo de los Brueghel', que el Museo de San Telmo ofrece desde hoy con una doble lectura, clásica y contemporánea, del arte. Alrededor de ese cuadro, 'Las tentaciones de San Antonio', obra del hijo de la dinastia familiar de artistas de los Países Bajos, Jan Brueghel de Velours, se despliegan una serie de obras que abordan desde similares puntos de vista la figura del diablo y de San Antonio en el siglo XVI, varias de ellas relacionadas con El Bosco, como 'Bajada de Cristo a los infiernos' y la 'Visión de Tondal', del Taller de El Bosco, cedidas por el Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Museo del Prado.

Además, la exposición ofrece reproducciones de los grabados de los siete pecados capitales creados por Pieter Brueghel El Viejo, en los que se inspiró su hijo para crear el óleo, y que también ha tomado como referencia el artista contemporáneo belga Antoine Roegiers para crear sus animaciones digitales a partir de los elementos de esos dibujos.

Así se conforma una exposición «pequeña, abarcable y sustanciosa» que quiere reflejar la importancia de «un tema muy presente a finales del siglo XV y comienzos del XVI, cuando se produce un gran cambio en la percepción de la figura del diablo, que pasa de ser una especie de elfo o genio del bosque a un ser terrible que amenaza la existencia de los hombres», ha explicado María Bolaños, comisaria de la exposición y directora del Museo Nacional de Escultura de Valladolid donde se gestó la muestra.

«Renovar la visión sobre el arte con una mirada contemporánea es lo que nos une a los dos museos tal como se revela en esta exposición», ha señalado la directora del Museo San Telmo Susana Soto. «Por eso Antoine Roegers hace una reinterpretación digital a través de la animación de la obra-faro de Brueghel».

En estas obras surgidas en un momento de «tensión entre el cristianismo y el protestantismo» es también de gran importancia el paisaje, en forma de «cordilleras, lagos, caminos o ciudades, una geografía que resulta bastante nueva para el arte y que sirve para unir lo sagrado y lo profano», destaca María Bolaños.

La obra de animación de Roegers se presenta es siete pequeñas pantallas que se corresponden con los pecados capitales y pretenden reflejar la «emoción y ternura con la que Brueghel aborda todo este mundo en el que el hombre puede reconocer sus errores e incluso la penitencia impuesta es algo casi tierno», ha explicado el artista belga Antonie Roegers.

La exposición se puede visitar en el Museo San Telmo hasta el 24 de mayo, y se complementa con una serie de conferencias, talleres creativos y visitas guiadas.

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