Danza, música y teatro se funden en un relato desde el corazón de la sabana

El Seminarixoa de Bergara viaja desde esta tarde al África colonial de principios del siglo XX y, en esta ocasión, lo hará de manos de Bergara Antzerki Musikala Elkartea y las danzas, ritmos tribales y melodías de su 'África, las dos orillas'. La cantata que ideó Donato Goyeneche en 1996 adquiere ahora un gran formato de musical que se presentará este sábado en dos sesiones (19 y 22.30 horas) y mañana con una única función (19 horas).

Nembo e Ieta, protagonizan una historia de amor entre dos nativos que, por una falsa acusación de robo, se ven obligados a distanciarse cada uno a una orilla del Océano Atlántico. El primer acto se ambienta en Lokoja, un poblado nigeriano a orillas del río Níger bajo protectorado británico durante el periodo entreguerras, donde Nembo trabaja transportando aceite de palma para el empresario Richard. El relato se traslada luego al Nueva York de la era del swing, unos 'felices años 20' en los que Ieta desembarca con su bebé y escaso equipaje.

«Al movernos en dos localizaciones tan diferentes el trabajo de vestuario es enorme», reconoce Valen Moñux, director de escena del musical. «Pero también enriquece la música que va desde la tradición africana a los géneros afroamericanos que tienen allí su origen, como el blues y el jazz». Es el hándicap al que se enfrenta un amplio elenco formado por más de 40 actores, cantantes, bailarines, coralistas y equipo técnico. Y a lo que se suma un libreto en castellano que incluye diferentes partes corales en lenguas africanas como el suajili keniano, el fang guineano y el zrel.

Una obra que ha crecido a lo largo de 25 años y que originariamente nació como una cantata desde el imaginario de Donato Goyeneche. «África es La Meca de los percusionistas, como puede ser Austria para un violinista», admite Moñux. Así que allí se fue Goyeneche a empaparse de todas las referencias que en 1996 dieron forma a 'África, las dos orillas'.

Tras su estreno aquel año junto a un grupo de percusión y una coral senegalesa, en 2005 fue arreglada para orquesta y coro por Tomás Aragüés y, diez años después, «surgió la idea de que Elena Ibarbia reescribiera el libreto hacia un formato más teatral con diálogos y baile». De cantata a obra sinfónico-coral a un completo musical. Diferentes versiones unidas por el hilo conductor del amor entre Nembo e Ieta y que acabaron por unir también a Goyeneche e Ibarbia en matrimonio hace poco más de un año. Las entradas para poder disfrutar del espectáculo están prácticamente agotadas en la sesión de este sábado a las 19 horas y de este domingo, «pero aún quedan para este sábado a las 22.30», anima Moñux. Pueden adquirirse por un precio de 20 euros a través de la web de Seminarixoa y en la propia taquilla del auditorio.

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