Cultura, sin más
JESÚS FERRO
Sábado, 29 de agosto 2020, 09:26
Nos empeñamos permanentemente desde el discurso taurino en practicar una dialéctica a la defensiva en relación con el mundo del espectáculo del toro en la ... plaza. Que si somos un espectáculo que genera importantes recursos económicos, que somos los que mantenemos con la cría del toro el ecosistema de la dehesa, que prima la tradición; siempre por las esquinas y nunca entrando al meollo de la cuestión.
La tauromaquia es cultura por si misma y sin más. Una cultura la forman los conocimientos y costumbres que caracterizan a una población determinada, como consecuencia de la acumulación de experiencias las cuales garantizan la supervivencia de un grupo social.
En nuestro caso, la cultura del toro, se muestra a través del último rito occidental, desarrollado por el combate a muerte entre el hombre, con su valor e inteligencia y el toro con su poder y bravura. La pelea es de verdad; y a través de la valoración de esas experiencias se garantiza la supervivencia, a través de los siglos, del grupo social, de los taurinos. Así, sin más.
Por eso, cuando hablamos de nuestra identidad, nuestro reconocimiento social debe, sin duda, estar asociado a cultura. Y debemos estar reconocidos y defendidos en el Ministerio de Cultura.
Ni tan siquiera los indudables valores artísticos de la tauromaquia deben tapar los derechos del mantenimiento de esta cultura. Obsérvese que incluso los grandes artistas relacionados con la tauromaquia: Lorca, Picasso, Bergamin, Bizet, utilizan la cultura taurina para plasmar su arte, a través de lo escrito, la pintura o la música. Nunca definen el hecho cultural taurino; se apoyan e incluso se sirven de él. Lo artístico es opinable; y se puede poner en la balanza si te gusta o no te gusta. En nuestra sociedad todo el mundo respeta a los demás, pero somos cada vez más intolerantes con el gusto de los demás.
Cada vez me cuesta más, en el sentido de que me da más pereza, explicar porque me gustan los toros. Poco a poco voy entendiendo que al hecho cultural hay que acceder y hay que buscarlo. Pero si no te interesa, al menos respétalo.
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