«La clave este año será ofrecer al público lo que necesita»

Mireia Massagué reconoce que es «triste» encontrar por las mañanas un Chillida-Leku sin visitantes porque «esto no tiene sentido si está vacío». De cara a este año, la responsable del museo apuesta por «ser flexibles» ante una situación cambiante y «ofrecer lo que el público necesita»

– ¿Qué ha supuesto esta montaña rusa emocional de 2020?

– No ha sido fácil, pero el equipo es muy positivo y cuando ves que la gente tiene ganas de seguir tú también sacas fuerzas. Y trabajar en un espacio como éste también te da otra energía, no es lo mismo que hacerlo en un despacho cerrado en un edificio. Durante el confinamiento, yo podía venir a la oficina y pasear por Chillida-Leku. No es fácil para nadie, pero sólo hace dos años que estoy aquí y no deja de ser un lugar nuevo para mí. Creo que lo he pasado mejor aquí que si hubiera estado en otro sitio, incluida Barcelona.

– ¿Qué siente cuando viene un lunes y ve las campas de Zabalaga sin apenas visitantes?

– Es muy triste. Esto no tiene sentido si está vacío, igual que no lo tenía cuando estaba cerrado. Poderlo reabrir fue una gran suerte y ahora hay que pensar que esta situación es algo temporal. No lo veo como un gran problema. Intento pensar que soy una privilegiada por andar por aquí.

– ¿Llegó a pensar «en qué momento decidí aceptar la dirección de Chillida-Leku»?

– No, eso no. Al contrario: qué suerte poder estar en un proyecto así con un entorno como éste.

– ¿Cuál será, a su juicio, la clave para el museo en este 2021?

– No estamos en un año normal, sino en uno de transición, y yo creo que la clave será ser flexibles y adaptarnos a la situación, ya sea porque seamos capaces de captar y ofrecer lo que el público necesita, ya sea porque como instituciones entendamos lo que nos va a venir y sobrevivamos a ello.

– ¿Y qué necesitamos?

– Apostamos muchísimo por un concepto de reconectar con el arte desde el 'slow looking'. Igual que hay un 'slow cooking', también es importante la manera de conectar con el arte. A veces cuando vamos a un gran museo lo hacemos con una lista de cosas que tenemos que ver. Eso no es Chillida-Leku: aquí se te bajan las revoluciones. Nos vamos a focalizar mucho en enseñar a mirar una obra de arte y que esa conexión te puede generar un bienestar emocional.