La aparición de tantas plataformas de 'streaming' ha provocado que las compañías busquen contenidos para atraer al espectador de diferentes maneras: volcando su impresionante catálogo ( ... ejemplo de Disney +), comprándolo (ahí está la adquisición millonaria de MGM por parte de Amazon) o haciendo contenidos nuevos. ¿Nuevos? Sí y no. Porque hay series originales, otras muchas basadas en libros o cómics (cada vez más) y un tercer lote salido directamente de la caja de los recuerdos.
La última idea es actualizar 'Waterworld'. Sí, esa película en la que Kevin Costner busca tierra de forma desesperada a bordo de su catamarán en un planeta convertido en un gigantesco océano; sí, esa cinta que costó un dineral hace 25 años, fue un fracaso taquillero gigantesco y casi lleva a la ruina a todo el mundo. Pues a alguien se le ha ocurrido que era un magnífico plan recuperar la 'mítica' película y pergeñar una serie desde el final de la misma. El proyecto está en pañales y puede que se quede en nada, pero demuestra cierta falta de originalidad y apostar solo por la nostalgia.
'Waterworld' no es el primer renacimiento ni será el último. Amazon Prime Video apostó por 'Hanna' en su momento y Disney+ acaba de estrenar 'Socios y sabuesos', serie basada en la película que protagonizó Tom Hanks en 1989. Es el «revival continuo» que vive la televisión de ahora, como señaló mi amigo Dani mientras veíamos tirados en el sofá el capítulo de 'The movies that made us' (Netflix) dedicado a los 'Cazafantasmas'. Sí, somos víctimas de nuestros recuerdos ochenteros y de eso se aprovechan las cadenas. Pero también estamos ávidos de alimentar nuestra seriefilia con nuevos y originales proyectos. Que los hay. Pero queremos más.
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