Cine

Crítica de 'El idioma universal': Pavos en Canadá (o Irán)

Mikel G. Gurpegui

San Sebastián

Martes, 22 de abril 2025, 02:00

Esta personal, extravagante y encantadora propuesta del canadiense Matthew Rankin puede verse como un catálogo de 'no lugares'. Para empezar, aunque esté rodada en Montreal ... y Winnipeg, sus interiores, sus habitantes y sus carteles son iraníes, por lo que nos situamos a la vez en dos países, uno o ninguno.

Publicidad

  • Dirección: Matthew Rankin.

  • Guion: Ila Firouzabadi, P. Nemati, Matthew Rankin.

  • Intérpretes: Matthew Rankin, Danielle Fichaud, Sami Soleymanlou.

  • Fotografía: Isabelle Stachtchenko.

  • Música: Amir Amiri, Christophe Lamarche-Ledoux.

  • Canadá. 2024

  • Cine: Trueba (hoy, 19:30, sesión cine-club Kresala).

  • Duración: 89 m.

Ese interés por los 'no lugares' se expresa en la elección de los escenarios, espacios inhóspitos, gélidos, entre bloques de edificios que apenas cambian del marrón al beige. Y en uno de los personajes más llamativos de 'El idioma universal', el guía turístico que lleva a su desconcertado grupo a ver lugares como un cruce de carreteras en que recuerda a un héroe local o una fuente de un centro de comercial que lleva tiempo sin funcionar. Sí, la película juega al tono surrealista y al humor del absurdo, buscando más que la carcajada el juego poético y, conforme avanza el metraje, una cierta ternura humanista.

'El idioma universal' lanza muchas piezas al aire sin aparente conexión. Luego se esfuerza en mostrar la relación entre personajes o historias. Algunas son secundarias, como la redundante presencia de pavos, y de un experto en ellos, o un bingo en el que los premios son pañuelos de papel para llorar a gusto. Un carácter más vertebrador tiene la peripecia de unas niñas que pretenden conseguir un valioso billete que descubren dentro de un bloque de hielo, o la de un hombre (encarnado por el propio Rankin) que hace tiempo no va a visitar a su madre y cuando le telefonea descubre la voz de otro hombre que vive con ella...

Entre el desconcierto, la melancolía y el roce humano nos lleva esta obra con aspectos que recuerdan al cine de Aki Kaurismaki, Roy Andersson o Wes Anderson, pero en realidad difícil de comparar con nada.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad