Marta Etura: «A Amaia no le quiso su madre, y eso es de lo peor que te puede pasar»
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La actriz donostiarra vuelve a los cines con la segunda parte de la trilogía de Dolores Redondo, 'Legado en los huesos'Estrena este jueves en los cines la segunda parte de la trilogía del Baztan, 'Legado en los huesos', interpretando a Amaia Salazar, la protagonista total ... de las novelas de Dolores Redondo. Marta Etura (San Sebastián, 1978) estuvo seis meses dedicada al rodaje, «muy duro y muy enriquecedor», de este filme y su continuación, 'Ofrenda a la tormenta', que se realizaron al mismo tiempo.
- ¿Qué supone para una actriz estar inmersa en el rodaje de una trilogía de películas durante tantos meses?
- Creo que nunca se ha hecho algo así en España y para mí ha sido una suerte estar en este proceso, y poder interpretar a un personaje tan interesante y tan rico emocionalmente como Amaia Salazar y poder vivir a lo largo de todos estos meses este proceso de creación del personaje. Al haber rodado la segunda y la tercera película al mismo tiempo, durante seis meses, con jornadas de doce y catorce horas, y haciendo un personaje tras el cual se cuenta la historia, para mí ha sido un privilegio. Y también muy duro, ha sido emocional y físicamente agotador, al personaje le pasan muchísimas cosas, pero ha sido muy gratificante como actriz poder hacer un viaje tan largo en la piel de un personaje tan interesante.
- ¿En qué sentido ha sido enriquecedor?
- Me ha permitido hacer escenas de amor, de acción, otras dramáticas, de relaciones familiares... Lo que tiene de maravilloso este proyecto es que no es un thriller al uso, en esta segunda y tercera parte la trama policial se queda casi en una excusa para adentrarnos en el mundo de Amaia y en cómo el entorno del valle ha influido en esta familia. Estas dos películas son más complejas y más grandes, y se adentran en muchos temas, y muy interesantes. Normalmente la protagonista de un thriller no está totalmente vinculada a los casos que tiene que descubrir, y aquí sí.
- ¿En qué cambia Amaia respecto a 'El guardián invisible'?
- Cambia mucho. Como decía Dolores Redondo, 'El guardián invisible' era la punta de un iceberg que se va viendo ahora la profundidad que tiene. En la primera película, Amaia está en un momento vital mucho más opaco, más triste, es un personaje muy frustrado porque quiere ser madre y no lo consigue, porque está en un lugar donde no desea estar, porque de alguna manera tiene que enfrentarse a pasados y fantasmas que no quiere ver. Y esta película sucede nueve meses después de 'El guardián invisible', para Amaia es un momento vital mucho más positivo, distinto, por fin es madre. Y eso para ella significa poder curar una herida muy grande que tiene del pasado. La película habla de la necesidad de resolver tu pasado para poder resolver tu presente y creo que esta película está en ese punto, desea amar a su hijo y cortar con ese legado que le dejó su madre, que es la falta de amor. Y podemos ver la locura en la que estaba metida su madre y cómo ha afectado a toda la familia, y a toda la región.
«Ser madre en paralelo a los rodajes me ha ayudado a entender cosas del personaje»
- ¿Qué le ha dado al personaje de su propia personalidad, teniendo en cuenta que también ha sido madre en este tiempo?
- Todos los personajes tienen mucho de nosotros, los actores, porque les prestamos nuestros cuerpos, nuestra voz, nuestras emociones, pero también estamos haciendo un personaje que no somos nosotros. Y Amaia puede tener algunas similitudes conmigo, pero también muchísimas diferencias. A priori es una mujer que se dedica a la investigación policial, un mundo que no tiene nada que ver con el mío, y que tiene una herida porque su madre no le quiso de pequeña, que es una de las cosas más terribles que te pueden pasar, porque todo empieza con los afectos de tus padres, y partir de ahí se establecen los demás. Amaia es muy frágil y vulnerable, pero también tiene esa fortaleza de decidir que en lugar de quedarse como víctima decide encargarse de proteger a los débiles y los frágiles. Tiene esa dualidad que me resulta muy interesante, y muchas cosas maravillosas. Para algunas he podido partir de mí y otras he tenido que inventármelas. Ella tiene unos conflictos personales muy grandes que afortunadamente yo no tengo, pero es un personaje muy humano, con el que te identificas mucho. Hay una cosa muy bonita en Amaia y es que se confunde muchas veces pero asume los errores como oportunidades para mejorar, es muy inteligente en ese sentido. Los actores siempre aprendemos de los personajes y crecemos con ellos.
- ¿Ser madre también tiene un punto inquietante?
- He tenido la suerte de ser madre en paralelo a los rodajes, y eso me ha ayudado a entender al personaje en muchas cosas: la culpa que una siente cuando se va a trabajar, sobre todo con horarios tan absorbentes como los de estas profesiones como la de Amaia o la mía. Era un rodaje en el que estaba prácticamente en cada uno de los planos y no podía ausentarme ningún día, ni enfermar. También cosas más sencillas como saber coger un bebé o lo que significa darle pecho o tener que dejar de dárselo, todas esas sensaciones siempre ayudan a poder trabajar con veracidad.
- ¿Ha tenido indicaciones o conversaciones con Dolores Redondo para poder abordar el personaje?
- Hemos tenido la enorme suerte de tener a Dolores acompañándonos en este largo viaje, porque es una mujer maravillosa, generosa, amorosa, y siempre se ha situado en un lugar muy respetuoso, porque sabe que son dos lenguajes muy distintos, el suyo es el de las palabras y el nuestro, el de las imágenes. Y aunque la esencia es la misma, contar una historia, y todos queríamos preservar todas las esencias del personaje, el lenguaje de las imágenes es distinto. Tanto el director Fernando González Molina como yo nos hemos centrado en el guion, pero poder tenerla al lado y poder preguntarle «¿por qué escribiste tal cosa?» y que te lo explique como creadora del personaje, es una gozada y me ha nutrido muchísimo.
- ¿Durante este tiempo ha tenido otras ofertas de cine que ha tenido que dejar por estar centrada en la trilogía?
- He tenido ofertas, que evidentemente no tenían cabida porque he estado totalmente centrada en esto, y en la profesión ya se sabe quién está haciendo qué y tampoco podían contar conmigo.
- ¿Y ahora tiene planes concretos, busca algo diferente?
- He trabajado lo mismo en cine que en teatro o en televisión y siempre he buscado personajes distintos, primero porque es más divertido y después porque es fundamental para tu carrera. Y además después de estar tanto tiempo metida en un personaje te apetece hacer algo distinto, pero es algo que les pasa a los actores, a los directores y a todo el que sea creativo. Hay un proyecto por ahí muy interesante, pero no puedo contar nada, porque está muy verde aún.
- Ahora que la producción vasca está tan potente y que tiene esa presencia en el cine español en general, ¿le gustaría hacer alguna película aquí?
- Por supuesto, lo que más me gustaría en el mundo, rodar en casa... ¡la gloria! Mi pasión es trabajar en lo que me gusta, y si además lo puedo hacer en casa, pues de maravilla, lo estoy deseando. De hecho, este año se han rodado muchas cosas en Donostia, las series 'Patria' y 'La línea invisible', la película de Woody Allen, además de las producciones vascas... Ha habido muchísimas cosas, y ojalá me toque a mí ahora rodar en casa.
«¿Rodar en Donosti? Claro, lo que más me apetece es trabajar en casa, la gloria»
- Veo que sigue diciendo «en casa» para referirse a San Sebastián, a pesar de que lleva más de dos décadas en Madrid...
- Sí, claro, nunca he dejado de considerar que Donostia es mi casa, yo me vine a Madrid muy jovencita porque las escuelas de interpretación estaban aquí y la mayoría de las producciones se gestan en Madrid y también en Barcelona, aunque luego se rueden en otros sitios porque las historias lo requieren. De hecho, yo en Madrid he rodado poco, he trabajado más en Barcelona o en el norte. Me vine a Madrid por eso, pero nunca he dejado de tener contacto con mi tierra, porque toda mi familia vive ahí y porque me gusta. Venía a Madrid, hacía mis clases y mi trabajo, pero siempre he ido a Donosti en verano, en navidades, en cuanto he estado libre. Cuando estoy en Madrid es porque estoy trabajando, si no, estoy en Donosti. Ahora que ha nacido Chloe me encantaría que el 80% de mi tiempo estuviera ahí. Si fuera decisión mía pediría que todas las películas se rodaran en Donosti. Pero soy muy consciente de que tengo que ir donde me lleven las historias, como la trilogía de Dolores Redondo, que lógicamente se tenía que rodar en el Baztan.
- Ahora que han salido las nominaciones a los premios Goya, ¿qué le hubiera gustado cambiar cuando formó parte de la Academia de Cine como vicepresidenta?
- Bueno, más que cambiar, quería aportar mis ideas. Las aportaciones que quería hacer, más que con la mecánica de los Goya, tenían que ver con el formato de la gala. Yo estudié en la escuela de Cristina Rota y los fines de semana hacíamos un cabaret, y esa estructura de espectáculo es algo que conozco. En ese momento recuerdo que estaba Asier Etxeandia triunfando con su espectáculo y una de mis propuestas fue que el inicio de la gala se hiciera con él. También estoy muy conectada con el mundo de la danza y conozco gente que le hubiera encantado colaborar... Hice ese tipo de aportaciones.
«No me gusta hablar de política, si me preguntan los periodistas doy mi humilde opinión»
- ¿Cree que habría que hacer más espectáculo en la gala de los Goya?
- Me da la sensación de que llevamos en un mismo código mucho tiempo y mi gusto era más de hacer espectáculo. Pero evidentemente las decisiones de la Academia son democráticas, cada uno hace sus aportaciones, y salen como ganadoras las que gustan a la mayoría.
- Es bastante celosa de su vida privada, pero da la impresión de que sí le gusta hablar de política. ¿Cree que los artistas deben implicarse en la política como cualquier ciudadano?
- No, no es algo que me guste para nada, porque no me trae más que problemas, lo que pasa es que los periodistas en las entrevistas siempre me preguntan por la política, y procuro no meterme mucho. Pero como los medios están muy politizados, lo que más les interesa es eso, y cada uno se lo lleva a su terreno. Cuando hago entrevistas es porque estoy promocionando una película, y de lo que me interesa hablar es de la película, de mi trabajo y de mi carrera. Cuando me preguntan, doy mi humilde opinión como ciudadana.
La tercera parte, 'Ofrenda a la tormenta', en abril
El enorme éxito de los libros de la trilogía del Baztan que creó Dolores Redondo requería una adaptación a la altura. Y la traslación al cine del trío de historias que se abría con 'El guardián invisible' se acometió como una gran producción global, tres películas diseñadas conjuntamente, pero cada una de ellas con entidad propia y duración generosa, manteniendo distancias con el concepto de serie televisiva.
Después del estreno de 'El guardián invisible' en marzo de 2017, los dos siguientes filmes se rodaron al mismo tiempo, este 'Legado en los huesos' y 'Ofrenda a la tormenta', que se estrenará el 3 de abril. Los tres filmes cuentan con el protagonismo total de Marta Etura como Amaia Salazar y tienen como guionista a otro donostiarra, Luis Berdejo, recién nominado al Goya como coguionista de 'La trinchera infinita' con Jose Mari Goenaga.
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