La adaptación de 'Hamnet' por Chloé Zhao, favorita en las quinielas del Oscar
Seminci proyecta por primera vez en España la conmovedora película protagonizada por Jessie Buckley y Paul Mescal
Los próximos premios Oscar no se entregarán hasta el 15 de marzo de 2026, y sus candidaturas no se sabrán hasta el 22 de enero, ... pero con los galardones más mediáticos se especula durante meses. Ahora mismo, los principales 'oscarólogos' vaticinan que la próxima edición de los Oscars será cosa de dos: 'Una batalla tras otra', de Paul Thomas Anderson, que sigue en nuestra cartelera, y 'Hamnet', de Chloé Zhao. Está previsto que se estrene en España el 23 de enero pero pudo verse por primera vez la noche del lunes en la Seminci vallisoletana.
Se proyectó a lo grande, con fuertes medidas de seguridad para evitar grabaciones piratas y las 1.712 butacas del auditorio Miguel Delibes ocupadas por espectadores algo más jóvenes que en el resto del festival. Acaso ellos estaban más atentos al runrún que rodea a 'Hamnet' desde que ganó el Premio del Público en Toronto. O quizás habían leído la novela en que se inspira, de Maggie O'Farrell, todo un fenómeno editorial. Libros del Asteroide lleva vendidos más de 200.000 ejemplares desde 2020 y el libro ganó el Premio Nacional de la Crítica en Lengua Extranjera.
A la salida de la proyección se veían caras de satisfacción (aunque cambia la estructura caótica del libro por otra lineal, respeta su espíritu) y ojos enrojecidos. La película, menos comercial y más arrebatada y a ratos sombríamente trágica de lo que cabría esperar, se mantiene a la altura durante todo el metraje pero es en su tramo final cuando conmueve, en el teatro en el que se estrena 'Hamlet' y confluyen los dolores de un padre y una madre, el poder sanador del arte y la energía colectiva.
'Hamnet' cuenta la historia de Agnes, la esposa de William Shakespeare (encarnado por un entonado Paul Mescal). Es Agnes un personaje muy atractivo, libre, intuitivo, unido al bosque, al que imprime una energía extraordinaria Jessie Buckley ('La hija oscura', 'Fingernails'...; a ella le vaticinan con razón todos los grandes premios a mejor actriz). La muerte de Hamnet (una nota recuerda al espectador que antaño Hamnet y Hamlet eran el mismo nombre), el único hijo varón de la pareja, le partirá por la mitad.
Sale airosa de la compleja adaptación Chloé Zhao, que en 2017 recibió un espaldarazo en Valladolid con 'The Rider', Espiga de Plata y Premio Pilar Miró a la dirección novel. Era antes de 'Nomadland', con la que se llevó el Oscar a la película y dirección. En 'Hamnet' están algunas de las tónicas habituales en su cine: el gusto por los espacios abiertos y por los personajes que buscan desesperadamente ser libres. Proyectada en Valladolid fuera de concurso, 'Hamnet' cuenta entre sus productores con Steven Spielberg y Sam Mendes.
Jóvenes madres
Por otro lado, ayer fueron protagonistas los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, que quizás sean quienes mejor ejemplifiquen el cine social europeo, con sus películas serias, siempre buscando pegarse a la realidad. Muy presentes en los setenta años de la Seminci, han regresado a Valladolid, participando en la competición con 'Jeunes mères'.
Los hermanos Dardenne defienden la excepción cultural europea frente a los Estados Unidos con 'Jeunes mères'
Preguntados por la situación actual del cine social que practican, Luc Dardenne se explaya: «Es un cine que debe seguir haciéndose. Pero tenemos que estar muy vigilantes ahora mismo. Hay que impedir a toda costa que Estados Unidos ponga fin a la excepción cultural que existe en Europa y que permite que cada estado financie las películas hechas en su territorio. Estados Unidos quiere hacer del cine una mercancía más, es su sueño desde hace mucho tiempo. Europa se enfrenta a esto y defiende al cine como obra de arte. Y tenemos que mantener esto».
'Jeunes mères', que en España se estrena con el título de 'Recién nacidas' y recuerda a 'La maternal' de Pilar Palomero, cuenta la historia de seis chicas menores y con vidas desestructuradas que son madres y viven en un centro maternal, en el que reciben ayuda para manejarse con sus bebés mientras deciden si continúan con su maternidad o dan a sus hijos en adopción, al tiempo que intentan rehacer sus vidas, marcadas por los malos tratos, el alcohol, la droga o la ausencia de sus madres.
Jean-Pierre Dardenne reconoció que partieron de un guion sobre una chica que vivía en un centro maternal pero que después de conocer uno decidieron «olvidar la idea inicial y hacer una película coral», contando historias ficticias pero basadas en las que les contaban en el centro.
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