Gregorio Cibrián: «Gipuzkoa vive un momento dulce con un público interesado en el arte»
Director de la Galería Cibrián ·
Celebra el viernes el primer año de la galería con una exposición colectiva que reafirma un «diálogo» entre lo local y lo internacionalLa galería Cibrián, en la calle Hernani de San Sebastián, cumple un año como proyecto dedicado al arte contemporáneo que pone en relación lo local ... y lo internacional. El nuevo perfil modelado por su director, Gregorio Cibrián, tras la anterior experiencia de tres años en el mismo local bajo el nombre de Vetus Art, y que partía de las antigüedades, ha encontrado eco en las ferias internacionales y en los artistas consagrados y emergentes que combina.
- ¿Cuál sería la lectura rápida del balance de este primer año?
- El balance es muy positivo y por encima de los objetivos que nos habíamos puesto.
- ¿Objetivos en el aspecto artístico, en las ventas...?
- No nos hemos puesto unos objetivos muy ambiciosos en el aspecto comercial, porque es un mercado muy lento, pero sí en cuanto a los artistas que hemos expuesto, y al trabajo en las ferias internacionales en las que hemos estado, México, Milán y París. El próximo febrero volvemos a México y estamos pendientes de la respuesta de otras ferias importantes. En general, teníamos un 'timing' preparado para este primer año y ha ido bastante más rápido de lo que esperábamos.
- Desde el principio tenían la intención de combinar el arte local y el internacional, ¿cómo lo han articulado?
- El objetivo de Cibrián es proyectar a los artistas locales más internacionalmente y los internacionales proyectarlos a nivel local. Creemos que el mejor puente para nuestros artistas locales son las ferias, y queremos darles visibilidad fuera, también a través de las colaboraciones con otras galerías. Y a la ciudad, darle la oportunidad de disfrutar de pequeñas exposiciones de carácter internacional que podrían estar en una galería de una ciudad importante a nivel mundial.
- ¿Con qué artistas han trabajado hasta la fecha?
- Hemos hecho tres exposiciones individuales y dos colectivas. A nivel local, José Ramón Amondarain, Nagore Amenabarro, Manu Muniategiandikoetxea, Iñaki Gracenea... A nivel nacional hemos podido trabajar con Ángela de la Cruz y en cuanto a nombres internacionales, desde Gerhard Richter a Magali Reus, que es una artista joven de una proyección internacional muy importante, o Tauba Auberchach, Stan Douglas, Joan Fontcuberta y Txuspo Poyo. Y en las dos individuales, con Leandro Feal y Félicie d'Estienne d'Orves.
- Entre los locales combinan artistas muy consagrados como Muniategiandikoetxea con otros más emergentes, ¿no es así?
- Sí, queremos que nuestro espacio sea una oportunidad para los artistas emergentes que dan el perfil de la galería. Por ejemplo, Nagore Amenabarro va a estar en una colectiva con Kate Newby, Oscar Tuazon y Jessica Warboys. Los tres internacionales tiene un perfil bastante consagrado, están en un momento muy dulce y los combinamos con una artista local y emergente como Nagore, y esa es nuestra forma de poner en valor su trabajo.
- ¿Qué hay detrás del título de la exposición que inauguran mañana, 'There Are Exactly Four of Them' y que reúne obra de Nagore Amenabarro, Kate Newby, Oscar Tuazon y Jessica Warboys?
- Es una exposición muy importante para nosotros, porque quiere ser una reafirmación de intenciones de la galería y porque refleja muy bien lo que queremos alcanzar. Son artistas entre los 30 y los 55 años, con esa mezcla de emergentes y consagrados, y que trabajan el espacio, que se adaptan a él.
- ¿Qué tipo de obra reúnen?
- Son sobre todo escultóricos, pero hoy en día no es tan importante la disciplina como el lenguaje. Lo que intentamos con esta exposición es que los lenguajes de cada uno de ellos, que son muy particulares, dialoguen bien entre sí, y que sintonicen en el aspecto espacial.
- ¿El artista tiene que ser cada vez más múltiple, más abierto a diversos lenguajes y disciplinas?
- Hay de todo, artistas que se centran en una disciplina, otros que son más visuales o conceptuales, pero quizás más que nunca el arte intenta no tener ninguna barrera. A la hora de expresarte como artista, si te ciñes a una sola disciplina, te están poniendo límites. Esta exposición es de carácter muy escultórico, pero son artistas que también trabajan la fotografía, o la instalación, usan la herramienta más conveniente según lo que quieran expresar.
- ¿Esa diversidad dificulta la comunicación con el público?
- Esa diversidad debería ser un elemento atractivo, pero sí es verdad que dificulta un poco el acceso a cierto público. Si es la primera vez que te acercas a una galería y das con una obra más, digamos, subjetiva, igual si requiere un mayor esfuerzo de buscar información o ciertas claves. Invito a todo el mundo a que se acerque sin miedo a una galería, porque es una cosa muy enriquecedora y apasionante.
- ¿Hay un público interesado en el arte contemporáneo en Gipuzkoa, cuál ha sido su experiencia?
- Yo sí veo un público muy interesante en San Sebastián, es pequeño, no es desde luego un fenómeno de masas, pero hay un sector de gente muy formada, que conoce bien a los artistas, y también gente anónima que de pronto se descubre como coleccionista y se mueve por el panorama internacional. Los vascos somos muy discretos por naturaleza y hay gente que está ahí pero que igual tardas en conocerle. Gipuzkoa está en un momento muy interesante en lo cultural, ha habido ciertos movimientos en el arte contemporáneo que contribuyen a que esto se mueva, se está creando una pequeña comunidad que puede ir creciendo y cada vez hay cosas más atractivas. Que en Chillida-Leku haya entrado una galería grande como Hauser & Wirth puede traer sinergias muy buenas. Por otro las galerías y otras instituciones tal vez más pequeñas están en un momento bastante dulce que hay que intentar aprovechar y que todo este público que pase por la galería y pueda tener más miedos, los pierda. Y hacer un poco de competencia a Bilbao, que ya va siendo hora.
- ¿Cómo se combina una galería como Cibrián con los museos o centros como Tabakalera?
-Precisamente la semana pasada tuve una reunión con Tabakalera y me llevé una sorpresa muy grata por la disposición que tienen a colaborar y con opciones interesantes para nosotros. Creo que esa es la línea, buscar más la horizontalidad y perder los miedos a hablar de la relación entre lo público y lo privado, aunque por supuesto entendiendo las dinámicas que tiene cada parte.
- Parece un momento complicado para vender arte, y quizás hay un público que no entra en una galería porque piensa que no va a poder comprar nada. ¿O son tópicos?
- Hay que deshacer esos tópicos, porque hay mil maneras de coleccionar, aparte de que siempre tiene que haber un punto de disfrute en el coleccionismo. Sí que hay un público comprador, el mercado nacional no es muy grande, desde luego, pero a nosotros nos interesa mucho el internacional, hay que proyectarse fuera, y nuestra manera de atraer a ese público es ofreciendo un buen producto. A nivel local y nacional sí que hemos vendido, pero no es un gran mercado. Hace falta poso, proyectar que eres sólido, que lo que haces genere confianza. Y en eso estamos, llegando al tipo de cliente que buscamos. Y el público tiene que acercarse a una galería igual que a un museo, donde tampoco va a comprar nada, y sí que existe un coleccionismo de pequeña escala.
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