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Viernes, 23 de febrero 2018, 11:15
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Le quedan no más de 48 horas a esta Berlinale 68 de la que casi nadie habla bien pero en la que, como pasa en todas las concentraciones de cine que en el planeta son y serán, se pueden encontrar destellos de ese Cine que nos mantiene vivos y esperanzados.
En la sección Panorama, carnal del Zabaltegi donostiarra, se presentó furioso, encabritado y reídor 'Partisan', un documento de más de dos horas de puro teatro dedicado al Volskbühne, el estruendoso e impactante laboratorio, escenario y más situado desde que el Este era el Este y en esta ciudad el Oeste estaba demasiado lejos, en una de las zonas aun hoy más intensas de la ciudad, la Rosa-Luxemburg-Platz. Durante la proyección, el público aplaudió, sonrió y aulló compartiendo cada uno de los atrevimientos teatrales y audiovisuales de algo que fue fortísimo, hubo quien quiso domarlo y aun resiste entre las cenizas.
El ser humano a veces tiene memoria de pez. Todo parece asombro ante la película que el amado Steven Soderbergh (¡cuánto tiempo desde aquella 'Sexo, mentiras y cintas de video' de 1989 y qué poco de la 'Logan Lucky' del año pasado!) ha filmado con su dispositivo iPhone, esa 'Insane', ejercicio de horror ni fallido ni triunfante. Las cámaras, cualesquiera, están para ser probadas- Desde el daguerrotipo en 1839 hasta cualquier móvil, celular o portable de este 2018. Todo sirve para mantener viva la hermosa fábula de la imagen en movimiento. Y en cuestión de cámaras, nada desaparece y todo se transforma.
Ayer nevisqueaba en algunas zonas de Berlín y en otras no. Caían copos de nieve cerca del puente de Postdam pero no en la avenida Ku´dam. Ayer, en el marco de una retrospectiva muy alemana, la dedicada al cine del tiempo de la República de Weimar que destruiría Hitler con su triunfo electoral de 1933, se proyectó, poderosísima aun, 'Das Blaue Licht', magnífica leyenda enraizada en los Dolomitas, rescatada por los hermanos Grimm y llevada a la pantalla en 1932 por esa mujer imperial que fue Leni Riefensthal. Y la filmó con cámaras Arri, compañía alemana proveedora de equipamiento cinematográfico desde 1917. Para 1924 sus fundadores ya habían desarrollado la Kinarri35, un prodigio pequeño y portátil. Para marzo de este 2018, los descendientes de aquellos inventores, Arnold y Ritcher, proponen a las sucesoras de aquella mujer bravía que firmó El triunfo de la voluntad la Alexa LF, cámara de gran formato y buena captación de color y texturas. ¿Un iPhone? ¿Por qué no? Absolutamente compatible con el último sensor. Digital o no.
Pasan las horas en esta Berlinale en la que hace nada se presentó un filme que pronto estará en nuestras salas más distinguidas, La enfermedad del domingo, de Ramón Salazar, autor de aquel gran corto que fue 'Hongos'. Turbia pero no lograda del todo, melodrama silencioso con una estética apasionantemente gélida (tal vez también algo impostada) hay alguien que nos interesa mucho a cargo del departamento de maquillaje, Ainhoa Eskisabel, Goya compartido con su equipo por Handia.
Nevisquea en Berlín. En unas calles sí, sobre otras torres, no
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