En busca de asentamiento
La 70 Berlinale se asienta después de un comienzo con más descalabros que fastos. En la edición del cambio de dirección parece que los asuntos ... urbanísticos se han aliado contra la Berlinale. No solo ha cerrado uno de los dos multicines del cogollo del festival, cosa que ya se sabía, es que además el centro comercial que alimenta al festival con sus decenas de establecimientos de comida rápida o reposada está cerrado casi por entero, con promesa de reforma. Así que público y acreditados vagamos entre los pocos lugares que quedan abiertos en la zona en busca de comida y bebida. También hay obras en el metro de Postdamer que conecta con otros cines. Un serio revés para la logística del festival que sumado a las decisiones de cambiar la sala de prensa a un lugar mucho más incómodo y el anuncio de que este año no hay aplicación para móvil del festival (en estos tiempos), produjeron un inicio de festival bastante desolador.
Pero buscando el consuelo en que lo importante son las películas (pero no solo, un festival también se la juega en todo lo que las rodea), ha habido cierta euforia entre los amantes del cine más rompedor por los nombres elegidos en la programación, que pueden dar un nuevo asentamiento al festival. Ahora falta que esas expectativas se cumplan y de momento vamos a medias y subiendo. Si Jia Zhan ke ofrecía un documental demasiado convencional y Cristi Puiu soltaba en &lsquoMalmkrog&rsquo un debate estático y verborreico de tres horas y media, Kelly Reichardt ha complacido absolutamente con la historia de amistad entre los pioneros del Oeste americano &lsquoFirst Cow&rsquo. También Philippe Garrel y sus amores juveniles, con un chico que pasa por sucesivas relaciones con tres chicas, y tiene una fuerte complicidad con su padre, se mantiene en plena forma, en blanco y negro y con los encantos de la nouvelle vague aún vigentes. Christian Petzold, que hace unos años presentó en el Zinemaldia su magnífica &lsquoPhoenix&rsquo sigue haciendo un cine magnético con amores al borde del delirio y lo irreal, en la también cautivadora &lsquoUndine&rsquo. Aún quedan muchos nombres que poner en la balanza.
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