

Secciones
Servicios
Destacamos
El Bild, uno de los poquísimos periódicos de tamaño pequeño de Alemania, el más barato, el más vendido, el más popular-populista-populachero, el de ... los magníficos titulares entre exclamaciones, dedicó la primera plana de su edición berlinesa de este miércoles 19 a las tremendas, múltiples y espectaculares caídas de viandantes y paseantes debido al hielo acumulado tras días de nieve intensa y frío que rozaba los menos ocho grados en la noche oscura.
Sin embargo, ese mismo miércoles, cuando Paula Tomás Marques, que estudió en la Elias Querejeta Zine Eskola, presentó su Duas vezes Joao Liberada en Perspectives, la novísima sección de esta edición 75, el sol frío de enero se estaba poniendo, en rojos ocres, sobre las cuatro alturas de las nueve salas de los Cubix. No nevaba y se anunciaba huelga para el jueves y el viernes en muchísimas de las líneas de metro, autobuses y tranvías de esta ciudad, adornada hasta el domingo electoral por grandes pasquines y carteles donde todos los candidatos, sin excepción, usan y machacan palabras que, de tan manoseadas, pierden sentido: Frieden, paz; Freiheit, libertad. Mientras tanto, la extrema derecha se dirige a un frei Wähler, al «votante libre».
El filme de Paula Tomás Marques es una más que interesante incursión en el mundo de lo fantástico, del cine y el metacine, los cuerpos que no son normativos, el Santo Oficio portugués, los conventos reformados, los/las llamadas macho-fême, las apariciones y la reflexión de cómo nos contarán otros, si es que nos cuentan, cuando hayamos muerto y lo más normal es que de nosotros poco rastro quede.
Duas vezes Joao Liberada se estrenó después de una no menos potente obra egipcia presente igualmente en Perspectives, nacida para situar en el mundo la primera película de ficción de cualquier cineasta. Se trata de Al mosta'mera de Mohamed Rashad, un buen retrato de una Alejandría turbia y nocturna, de una familia (mujer viuda, dos hijos, el recuerdo del hombre que murió en la fábrica), del menudeo de droga y también del de los afectos.
Paula y Mohamed compartieron sala, la 9 de los Cubix, sobre el hielo ya sucio de Alexanderplatz. En la estación de metro, tan historiada, tan novelada, entre el fragor de los trenes, entre los puestos de fish & chips, kebab y fideos chinos, los pájaros del lugar picoteaban trozos de bretzel y bacalao caídos al suelo de las cantinas. Los pájaros de Alexanderplatz son amarronados, oscuros, rápidos. Pájaros urbanos, evolucionados genéticamente para sobrevivir entre raíles y comer noodles.
Esto es Berlín, unos días después de la gran helada, unos días antes de las elecciones. En medio, el cine. Triunfa lo último de una cineasta bienamada del Zinemaldia, Lucile Hadzihalilovic. Su La Tour de Glace, que adapta un cuento de Andersen, ha cogido por sorpresa y devastado las teorías sobre el cine y sus formas de mucha gente.
Berlín, aquí, donde cayeron ángeles, ahora hay pájaros entre los vagones de la red U-Bahn.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.