Cualquiera que se haya puesto a elaborar, o a imaginar, la consabida lista de las mejores películas del año, puede haberse percatado de que ha ... sido una buena cosecha. Desde la cumbre de Almodóvar en marzo, al deslumbramiento en Cannes con 'Parásitos' y 'Érase una vez en...Hollywood', y la traca final que ha protagonizado Netflix intentando un estreno masivo, que se quedó en reducido por el freno de los exhibidores, de 'El irlandés', 'Historia de un matrimonio' y 'Los dos papas'.
Así que en los Oscar no han tenido dificultades para elaborar un abanico de nueve nominadas a la mejor película que contemple calidad artística, buenos resultados en taquilla, diversidad cultural (la presencia de 'Parásitos' y 'Dolor y gloria' más allá del ghetto del habla no inglesa) y filmes de prestigio que han sorprendido a la crítica y también tienen gancho para la taquilla, como 'Le Mans '66', 'JoJo Rabbit' y 'Mujercitas', que constituyen esos títulos a los que se les brinda el escaparate de la categoría principal, pero sin esperanza alguna de que vayan a ganar: sus directores no están nominados y ni siquiera Greta Gerwig ha podido imponer una presencia femenina en la categoría. En cambio '1917' llega con todo el arsenal: cineasta de prestigio (aunque ahora todo el mundo se empeñe en presentar a Sam Mendes como director de películas de James Bond, como si no tuviera el bagaje de 'American Beauty' y 'Camino a la perdición'), tema importante y humano y reto técnico de quitarse el sombrero.
Pero lo que más resalta es que Netflix va ganando terreno: si el año pasado solo fue 'Roma' su caballo de Troya, esta vez la plataforma ha colado dos películas, con toda lógica: cómo prescindir de Martin Scorsese y Noah Baumbach cuando ambos cineastas han dado lo mejor de sí en 'El irlandés' e 'Historia de un matrimonio', respectivamente.
Además, 'Los dos papas' se ha hecho fuerte en las categorías de interpretación masculina, con todo merecimiento. La ración Netflix es cada vez mayor, mientras sigue sin resolverse el problema de las condiciones para estrenar sus películas que impone a las salas.
Scorsese ha hecho una de sus obras magnas y parece cerrar un ciclo. Momento de otorgarle otro Oscar, aunque eso conllevaría el reconocimiento definitivo de la plataforma televisiva en el reino del cine.
A la hora de las predicciones, todo parece indicar que 'Joker' es el rey. No solo tiene el mayor número de nominaciones, y parece imposible que Joaquin Phoenix no se lleve el premio al mejor actor (Antonio Banderas bastante tiene con la felicidad de hoy), sino que sería la opción perfecta que contentaría a todo tipo de públicos y lograría ese raro equilibrio entre arte y superproducción. Entre las actrices aún no hemos visto a Renée Zellweger haciendo de Judy Garland, que se hace raro, pero dicen que puede arrasar.
Más curioso será ver qué papel definitivo se le da a 'Parásitos', después del hito de otorgar seis nominaciones a una película coreana. Debería ser también el año de Almodóvar pero, ay, en Bong Joon-ho tiene un firme admirador, y un tremendo contrincante.
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