'Aita Mari' pone rumbo a los cines
Estreno ·
Javi Julio dirige una película que recoge la primera expedición al Mediterráneo para rescatar a migrantes del barco de la ONG guipuzcoana Salvamento Marítimo HumanitarioTERESA FLAÑO
Domingo, 21 de noviembre 2021, 07:46
En junio de 2018 se anunciaba que la ONG guipuzcoana Salvamento Marítimo Humanitario estaba habilitando un barco para acudir al Mediterráneo y rescatar a migrantes que parten de la costa africana en endebles embarcaciones en un intento de alcanzar Europa. El proceso hasta que lograron todos los permisos para zarpar y alcanzar ese propósito de salvar vidas fue largo. Había pasado aproximadamente de año y medio cuando el 21 de noviembre de 2019 rescataron a cerca de 80 personas. Todos los pasos dados hasta entonces han sido recogidos por Javi Julio en la película 'Aita Mari', que se estrena en salas comerciales el próximo 3 de diciembre y que ya se pudo ver en el Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia el pasado abril.
Sin tener todavía claro que su trabajo se iba a convertir en una película, el fotoperiodista donostiarra se impuso la tarea de documentar todos los pasos que la ONG iba dando, comenzando por el traslado de la embarcación de Getaria a Pasaia donde fue adaptada para su nueva misión. «Pensé que era algo que iba a querer hacer todo el mundo y me sorprendió que solo yo me interesara por el tema».
Una vez que habló con los responsables de Salvamento Marítimo Humanitario, cuya sede se encuentra en Zarautz donde habrá un preestreno, se comprometió a llegar hasta el final, «a pesar de ser consciente de que iba a ser un trabajo duro y muy largo».
No es la primera vez que Javi Julio se adentra con su cámara en el mundo de la solidaridad. Ha dirigido y producido 'Zaatari Taekwondo', un corto sobre una pequeña escuela de ese deporte en un campamento de refugiados en Jordania, un mediometraje, 'Just Wait', que narra las condiciones de vida de los refugiados tras el pacto entre la UE y Turquía, así como el trabajo de las ONG vascas en la isla de Quíos, y el corto 'Room 601 of City Plaza', con la historia de refugiados afganos durante su estancia en el autogestionado hotel en Atenas. «Esos trabajos me habían llevado a viajar a miles de kilómetros y por primera vez la historia estaba al lado de casa,», explica Julio al referirse a los inicios del proyecto. Desde que se embarcó en él ha tenido muchos momentos de duda, provocados principalmente por el tiempo que ha conllevado el proceso «Yo soy autónomo y aquí hay un coste. Hago fotovídeo y reportajes para prensa, tengo que pagar mis cuotas, el alquiler y tengo una familia con la que quiero estar. He tenido que rechazar trabajos pensando que íbamos a partir en cualquier momento y no llegaban los permisos del Gobierno. A nivel personal ha sido muy duro por la incertidumbre y por el coste económico que me ha supuesto. Ha sido jodido». En teoría el seguimiento iba a reducirse a unos pocos meses porque en 2018, y tras la actuación del presidente de Gobierno Pedro Sánchez en el caso del barco Aquarius, pensaron que iban a poder zarpar enseguida.
Pero la vocación se impuso a los malos ratos. «Yo soy muy honesto conmigo mismo y si una persona me está dando permiso para grabarle en todo momento o confía en mí y me cuenta su vida, por qué ha abandonado su país y se ha arriesgado de esta manera, no puedo decir que no», cuenta el realizador de 'Aita Mari'. Además, vistas las trabas gubernamentales que estaban teniendo consideró que también era necesario contar esa parte burocrática.
Rodaje agotador
Parte del filme está rodado, lógicamente, en alta mar, y se recoge el primer rescate de migrantes, con cuya embarcación se toparon cuando iban en busca de otra que tenían localizada. «La vida en el barco era agotadora. Cuando entras en la zona SAR –aguas internacionales donde se pueden realizar los rescates–, eres uno más de la tripulación con guardias incluidas. Tenía que hacer mis labores en el barco, luego tenía que escribir los reportajes que enviaba a los medios de comunicación –entre ellos DV–, después grabar las entrevistas con los rescatados... fue muy cansado. Durante los seis días que estuvimos desde el rescate hasta que nos dieron el permiso para desembarcar en Italia, yo dormía una media de entre una y dos horas porque no me daba la vida para hacer todo».
La relación con los migrantes «fue muy buena, no ponían ningún impedimento. A nosotros nos parece tremendo que se arriesguen a intentar atrevesar en pateras el Mediterráneo, pero es que ellos ya han vivido situaciones límites al recorrer el desierto».
Conseguir financiación para concluir y distribuir la película fue otra aventura. Primero entraron las tres diputaciones forales y el Gobierno Vasco, después EiTB, y finalmente las fundaciones Orona, Irizar, Rosa Luxemburgo, el sindicato ELA y Laboral Kutxa.
'Aita Mari' es un documental para todo tipo de público, pero su director tiene especial interés en que llegue a los jóvenes, «como una vacuna contra el racismo», porque «en estos momentos en las redes sociales llega un montón de basura racista sin contrastar y eso hace que mucha gente se forme unas ideas equivocadas que no contrasta. Me parece importante que los jóvenes vean que gente que vive al lado suyo, en su ciudad, hacen un trabajo muy importante».
«La política migratoria europea está deshumanizada»
Iñigo Mijangos es el presidente de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario. «A todos nos rondaba la idea de que era necesario dejar constancia de todo el proceso, por eso cuando Javi Julio nos lo propuso no dudamos. Quedamos en avisarle de todos los pasos y luego ellos -Julio y el guionista Fernando Erre- hilaron el argumento. La intención ha sido mostrar a los protagonistas de la historia y lo han conseguido. La primera parte muestra la participación de la sociedad, el módulo central el discurso europeo y la parte final se dedica a las personas en movimiento», explica. Desde que se acabó el rodaje de 'Aita Mari', «la situación no ha cambiado. La agenda migratoria europea sigue siendo la misma, absolutamente deshumanizada».