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Cuando Chillida abrazó la luminosidad mediterránea
Luz y arquitectura se funden en la nueva exposición temporal de Chillida Leku, con 31 esculturas en distintos materiales y diez gravitaciones
Los diferentes acercamientos que Eduardo Chillida realizó a la luz a través de la escultura, pero desde su formación como arquitecto, protagonizan la nueva ... exposición temporal que el museo Chillida Leku inaugura el viernes y mantendrá instalada hasta el próximo 1 de junio de 2020.
A través de 31 esculturas en diferentes formatos y materiales –alabastro, porcelana, hierro, acero o tierra–, nueve gravitaciones en papel y una décima en porcelana –rara vez expuesta con anterioridad–, la muestra 'Buscando la luz' permite recorrer buena parte de la trayectoria artística del creador donostiarra. A partir de la gran escultura en acero cortén 'Buscando la luz I', que domina la campa de Zabalaga y se ha convertido ya en una imagen emblemática del museo hernaniarra, la colección de obras seleccionadas permiten un nuevo acercamiento a la obra de Chillida.
La muestra, comisariada por Ignacio Chillida, ocupa la sala 5 del caserío Zabalaga, destinada a las exposiciones temporales, en un recorrido que ilustra el tránsito del escultor de los tonos sombríos del Cantábrico a la luminosidad de materiales como el alabastro. Tras un viaje por Grecia, Italia y la Provenza francesa que realizó en 1963, Chillida incorpora a su obra los tonos del Mediterráneo. De ahí el predominio del blanco en obras como 'Estudio Homenaje a Kandinsky' (1965), varios alabastros sin título de los años sesenta, 'Estudio para Arquitectura Heterodoxa' (1974), 'Elogio de la luz XIII ' (1969) o 'Porcelana G-277' (1994).
A esta serie pertenecen también las 'hermanas' de la protagonista de la campa de Zabalaga, 'Buscando la luz III', instalada también en Chillida Leku, y el trío que conforman 'Buscando la luz II', que se puede ver en el jardín exterior de la Pinacoteca Moderna de Munich. El proyecto en hierro y a escala menor de esta pieza se puede contemplar en la muestra que se inaugura este viernes. En cuanto a'Buscando la luz III' (2000), seleccionada como obra del mes de diciembre, permanece instalada en Chillida Leku, aunque sus tres piezas en acero cortén pasen más desapercibidas que su 'hermana mayor', con la imponente presencia que le otorgan sus ocho metros de altura.
El propio Ignacio Chillida reconoce que aspectos como la búsqueda de una determinada luz y el influjo de una arquitectura «alejada de lo institucional» conforman dos vectores fundamentales en la obra del artista donostiarra. «Tienen una absoluta importancia que queda reflejada en esta exposición, así como su interés por los espacios interiores».
La exposición también permite al visitante contemplar obras en formato pequeño como 'Porcelana XVIII' (1991), 'Porcelana XX' (1991) o 'Porcelana XXI' (1991) que, al igual que sus medallas, pertenecen a la esfera íntima de Chillida, «muchas de las cuelas no enseñaba, ni exponía porque no quería comerciar con ellas», apunta Ignacio Chillida.
'Buscando la luz', que al igual que la anterior muestra dedicada al 'Peine del Viento' cuenta con su correspondiente volumen de los coleccionables en pequeño formato a la venta en el museo, se expone al público de forma simultánea a la retrospectiva 'Eduardo Chillida. Ecos', que permanece instalada en Zabalaga. En torno a la muestra, el centro ha organizado un programa de actividades, que incluyen el día 12 una visita guiada gratuita y al día siguiente una visita de personal docente.
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