Ver fotos
Una mañana en la bahía de los cisnes
Más de 1.500 niños y adultos han participado en este multitudinario espectáculo, dentro de la celebración del Mes de la Danza
Minutos antes de comenzar la exhibición de ballet en el paseo de La Concha, padres y madres se ahn afanado dando los últimos ... retoques a moños, tutús y maillots. Todo estaba preparado y perfectamente ensayado, solo faltaba cruzar los dedos para que una amenazante lluvia no desluciera esta jornada festiva, que se celebra desde hace 22 años en Donostia y se ha convertido en la más multitudinaria de las celebraciones del Mes de la Danza. Finalmente, la meteorología ha respetado e incluso se han abierto algunos claros.
A las doce del mediodía en punto han comenzado a sonar las primeras notas de piano por megafonía y la barandilla de La Concha se ha convertido durante unas horas en una improvisada barra de ballet clásico y el paseo, en un estudio de danza al aire libre en el que 1.576 bailarines -un centenar más que el año pasado- han exhibido sus elegantes movimientos acompañados de 35 profesores de danza de 29 escuelas, procedentes de Gipuzkoa, Bizkaia y Navarra. Además este año, han acudido como invitadas la Escuela de la Casa de la Danza de Logroño y Escuela Profesional de Danza de Burgos. «Tenían la ilusión de participar desde hace años pero el problema es que no entramos en la barandilla, así que se les ha tenido que situar en Alderdi Eder», ha comentado la presidenta de la Asociación de Profesionales de Danza de Gipuzkoa, María Eugenia Maisueche, profesora de la escuela de danza Studio Lasala de Donostia durante más de 40 años.
El espectáculo de danza ha comenzado con los más txikis en la 'barra', un total de 825 niños hasta los doce años que han deleitado a familiares y visitantes que han detenido su paseo ante tan singular estampa: kilómetros de bailarines aferrados a la barandilla, desde el Náutico hasta casi el comienzo del túnel de Ondarreta. Después de quince minutos de actuación, se ha procedido a leer el mensaje del Día Internacional de la Danza, que este año se ha encargado a la bailarina y coreógrafa egipcia Karima Mansour, en el que se ha reivindicado la danza como «espacio donde la humanidad puede encontrarse» y se ha invitado a «ir más allá de las fronteras, más allá de la crisis de identidad, más allá del nacionalismo y más allá de los marcos. Que nos liberemos de esas limitaciones y encontremos el movimiento y el impulso en ese lenguaje universal, porque es desde estos movimientos internos, donde ocurre el cambio real».
Tras la lectura de esta nota, ha llegado el turno de los 751 bailarines a partir de los 12 años, que se han lanzado a ejecutar pasos de mayor dificultad. «Lo que se muestra aquí es lo que solemos hacer en el comienzo de una clase, lo que se llama 'barra' y cada dos años se cambia la coreografía de los ejercicios. Los pequeños realizan unos adaptados a su edad y los pasos de los mayores son un poco más complicados», ha explicado Maisueche entre series de 'pliés', 'grand battement', 'fondú' y adagios sobre unas puntas que desafían la fuerza de la gravedad.
Fuera como fuese, una gran compañía de estilizados bailarines, diferentes grados de veteranía y técnica más o menos pulida se han desenvuelto con gran elegancia para homenajear al baile, a través de una iniciativa que precisamente busca llamar la atención sobre la existencia y vitalidad de esta disciplina artística. Según reconoce Maisueche, «el ballet es un ejercicio muy creativo que llena el alma y el espíritu mucho más que cualquier otro tipo de ejercicio, es como una droga, no lo puedes dejar. Además, cada vez hay más adultos que han empezado a hacer ballet, porque para ellos era una asignatura pendiente y ahora están encantados. También hay muchos que les apuntaron cuando eran pequeños y no pudieron continuar ya que hace años no existían tantas escuelas de adultos que ofrecían esta disciplina como ahora. No es impresdincible empezar desde pequeñitos».
Más actividades
Si bien la exhibición de barra clásica de La Concha es el acto más llamativo, no es el único del 'Mes de la Danza' que cada año organiza la Asociación de Profesionales de Danza de Gipuzkoa (APDG), en colaboración con Donostia Kultura. Tras el espectáculo ofrecido por 180 alumnos de danza en Andoain y la decimotercera Dantza Kalean en Alderdi Eder, los próximos 23 al 27 de abril se celebrará el tradicional curso de la Semana de Pascua, con la profesora Kalan Rocafull en la modalidad de danza clásica, en la Sala de Danza del Teatro Victoria Eugenia.
En la recta final de los actos del 'Mes de la Danza', el próximo sábado, 27 a las 18.00 horas tendrá lugar el acto de entrega del galardón correspondiente a la decimoséptima edición de los Premios de la Danza que entrega la asociación y que este año ha recaído en Karin Fouz.
El acto de clausura de esta edición se celebrará el domingo, 28 en el Victoria Eugenia a las 19.30 horas, en una velada en la actuarán compañías y bailarines profesionales, como el donostiarra Jon Vallejo, la premiada Karin Fouz, Aitor Arrieta o las internacionales Susana Santoro y Rina Kanehara.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión