«Muchos bailarines vascos estamos volviendo a casa con ideas nuevas»

Una de las muestras de esa ola se verá este sábado, 5 de febrero en la sala Gazteszena de Donostia, donde la compañía de danza contemporánea Amaia Elizaran estrena la pieza 'Arima' en colaboración con el músico irlandés Liam Ó Maonlaí, líder de la banda Hothouse Flowers. «Es una reivindicación de la espontaneidad porque parte del espectáculo se basa en la improvisación, pero una 'improvisación' muy trabajada en unos esquemas previos que ensayamos estos días en la propia Gazteszena», agrega. «Se trata de crear un estado emocional que comunique directamente con el alma del espectador, como dice el título del espectáculo», explica Amaia.

«A través de 'Arima' reivindicamos la belleza de la sencillez por medio de un viaje de lo accesorio a lo esencial, y con la potencia que da que el músico esté interpretando en el escenario», dice la bailarina y coreógrafa, que empezó a bailar en Tolosa con solo 3 años, es graduada en danza contemporánea por el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma y desde su graduación, en 2013, ha trabajado con coreógrafos como James Wilton, John Ross, Jessica Kennedy, Adam Russel, Iker Arrue, Jon Maya, Iris Heitzinger, Hilde Koch o Judith Argomaniz, entre otros.

Pasó tres años en Londres y en 2015 decidió trabajar en sus propios proyectos y crea la compañía Amaia Elizaran, con la que a día de hoy ha interpretado sus piezas en más de 200 ocasiones ante públicos de distintos países. Fue un cambio también vital: volvió a vivir en Tolosa «porque en el mundo tan comunicado de hoy puedes estar en tu pueblo conectado con lo que ocurre».

'Arima' es la sexta creación de la bailarina y coreógrafa vasca, «con una sugerente experiencia que intercala imágenes poderosas y llamativos pasajes enérgicos con escenas más reposadas y delicadas», según su propia definición. En esta nueva creación Amaia Elizaran centra su investigación coreográfica en analizar la conexión del movimiento de la respiración para alcanzar un estado corporal nuevo, distinto, según sus palabras. «Y todo mediante un lenguaje coreográfico basado en la técnica de la improvisación y que supone un paso adelante respecto a creaciones anteriores. Con 'Arima' trazamos un viaje emocional claro que explora especialmente lo inacabado, lo eterno», explica.

A lo largo de la pieza la artista guipuzcoana abraza la música original de Ó Maonlaí, que aporta su trabajo con distintos instrumentos: la voz, el arpa, el piano, el borhan y la flauta. «El espectáculo se convierte en una suma única de danza contemporánea y música folk irlandesa de aproximadamente cincuenta minutos de duración», apunta.

Para 'Arima' Elizaran también ha creado una estética y un imaginario singulares, con la colaboración de María Romero Laspiur (espacio escénico) y Xabier Mujika (vestuario), y es una pieza creada gracias al Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, Donostia Kultura, Casa de Cultura de Egia y Dantzagunea.

El origen del proyecto se sitúa en la Capitalidad Cultural Galway 2020 (Irlanda). «Amaia Elizaran y Liam Ó Maonlaí cruzaron sus caminos por primera vez al participar en Óró, una experiencia de artes escénicas que fusionaba diferentes disciplinas artísticas y diversas culturas de lenguas minorizadas», dice la presentación del espectáculo.

Amaia Elizaran destaca «la potencia y calidad» que supone la presencia de música en directo en el escenario. Liam Ó Maonlaí, nacido en Dublín, «es un artista de gran reputación en Irlanda», asegura. Conocido como 'frontman' de la banda Hothouse Flowers, pero también por su carrera en solitario, bebe de las fuentes de las músicas tradicionales irlandesas. Ha logrado escribir a lo largo de las últimas dos décadas unos cuantos hits que han formado parte de las listas de ventas de más de una decena de países y ha colaborado con artistas y grupos como Guo Hue de China, Paul Brady, U2, Nitin Sawney y Sam Tshabalala, dice la presentación.

La coreógrafa tolosarra concluye destacando, más allá de su propuesta, «los espectáculos de calidad que se están creando ahora mismo en Gipuzkoa gracias al soporte institucional».