Adiós, amigo Fernando

Le recordarán durante muchos años en Illumbe, siendo el asesor artístico del anterior presidente Paco Tuduri. Nunca la primera palabra, constantemente atento, observador, conocedor del toro, y siempre a disposición de prestarle su apoyo incondicional.

Su participación en los apartados era modélica. Atento a las primeras impresiones. Mientras había un toro en los corrales, no dejaba de observar su trapío y sus evoluciones. Los miraba y remiraba. Ejemplo de buen aficionado y, como él decía: nunca te aburres en los toros. Siempre hay uno o varios matices que hacen seguir una corrida con interés. Gran admirador de Antonio Ordóñez, de quien contempló sus mejores tardes en el Chofre. Pero no era un aficionado anclado: no se quedó en Ordóñez. Quería seguir viendo el espectáculo vivo, toreros que aportaran novedades, encastes recuperados.

De él se aprendían mil detalles en tertulias amenas, precisas, que nos hacían venirnos arriba en nuestra afición. Se dice que es un buen aficionado, aquél a quien le caben en la cabeza un mayor número de toros y toreros; ese era Fernando. Permitidme los jóvenes nuevos aficionados, que os haga una llamada a reafirmar vuestra afición en este estilo de aficionado.

Fernando, ha sido un placer conocerte y un dolor perderte. Me uno a toda tu familia y a todos esos amigos con los que hemos compartido tantos buenos ratos. Desde el cielo de los taurinos manténnos en la afición.