Borrar
Urgente Colas de catorce kilómetros en la AP-8 hacia la muga por la masiva afluencia de camiones tras el fin de la Semana Santa
Hitchcock vuelve a San Telmo

Hitchcock vuelve a San Telmo

Una exposición en el museo donostiarra desvela algunas de las claves del proceso creativo del director británico

BORJA OLAIZOLA

Viernes, 16 de junio 2017, 08:04

Medía exactamente 1,70 metros. La talla de Alfred Hitchcock la revela la silueta de cartón a tamaño real que saluda a los visitantes al término de la exposición que se inaugura hoy en el Museo San Telmo. La figura, un guiño para que el público se saque una fotografía junto al maestro del suspense, se yergue exactamente en el mismo lugar donde posó para una imagen tomada hace 59 años que forma parte ya de la iconografía de la ciudad. En ella se ve al director británico, que había acudido a la capital donostiarra para la presentación de 'Vértigo' en el Festival de Cine de 1958, posando con las manos en los bolsillos en una de las puertas del claustro de San Telmo.

Puede que Hitchcock no fuese muy alto, pero su sombra es extraordinariamente alargada. Pocos directores de cine han generado tal volumen de bibliografía: su obra ha sido diseccionada hasta la saciedad por críticos y cinéfilos de varias generaciones, y hasta los perfiles de los protagonistas de algunas de sus películas han dado pie a sesudos estudios psicológicos. El británico sigue siendo fuente de inspiración para los aficionados al cine tres décadas después de su muerte, tal y como se reveló la semana pasada cuando la serie 'El ministerio del tiempo' de Televisión Española le convirtió en el personaje central de uno de sus capítulos.

«Es que Hitchcock tiene infinitas posibilidades», asegura Paco Llorca, director, profesor de Historia del Cine y comisario de la exposición que se abre hoy en San Telmo. «Es uno de los creadores más importantes del siglo XX, un autor total, un hombre capaz de generar imágenes tan potentes y fascinantes como las de los grandes pintores y escultores». Algunas de las escenas que filmó forman parte de la memoria iconográfica de varias generaciones. El asesinato en la ducha de 'Psicosis', el acoso de las gaviotas a Tippi Hedren en 'Los pájaros' o el espionaje de James Stewart a sus vecinos en 'La ventana indiscreta' se han incorporado al catálogo de imágenes populares con tanta o más fuerza que otras obras cumbres de la pintura, la escultura o la arquitectura.

'Hitchcock, más allá del suspense', que así se llama la exposición, es la demostración más evidente de que la figura del director británico sigue dando mucho de sí. La muestra, producida por Fundación Telefónica, abrió por primera vez sus puertas en octubre del año pasado en Madrid con un notable respaldo del público. Ahora recala en San Sebastián con la incorporación de nuevos elementos, entre ellos las fotos que el cineasta se hizo en San Telmo y fragmentos del noticiario No-Do que recogen la gala del estreno de 'Vértigo' en el Festival de Cine. También se han añadido algunas escenas de películas familiares de la década de los 30 en las que un juvenil Hitchcock aparece en actitud relajada haciendo imitaciones y bromas delante de la cámara.

La directora de San Telmo, Susana Soto, agradeció ayer que Fundación Telefónica haya escogido San Sebastián como primera parada de la etapa itinerante de la muestra. Soto precisó que 'Hitchcock más allá del suspense' permanecerá en el museo donostiarra hasta el mes de octubre: «Va a ser nuestra gran exposición del verano y se va a prolongar hasta más allá del Festival de Cine». La directora de San Telmo se mostró convencida de que la oferta atraerá a un gran número de visitantes dada su calidad y el tirón que aún tiene la figura del director británico entre el gran público.

La exposición es entretenida y asequible incluso para los que no entienden mucho de cine. Sus organizadores han huido de la linealidad y la retórica para centrarse en algunos detalles que revelan cómo trabajaba el cineasta. Hitchcock nació en Londres en 1899 en el seno de una familia católica. La muerte temprana de su padre le obligó a dejar los estudios y a emplearse en una empresa de telegrafía. Aficionado al arte, sobre todo al dibujo y la pintura, dio sus primeros pasos en el cine en una productora. Después de hacer guiones, encargarse de decorados e incluso del vestuario, consiguió ponerse detrás de una cámara y para 1939 era ya el director más popular de su país.

Un año más tarde inauguraba su etapa estadounidense consiguiendo el Óscar a la mejor película con 'Rebeca'. A partir de 1953 entra en su periodo más prolífico y rueda 'La ventana indiscreta' (1954), 'Vértigo' (1958), 'Con la muerte en los talones' (1959), 'Psicosis' (1960) y 'Los pájaros' (1963). La controvertida 'Marnie, la ladrona' (1964) marca el inicio de su declive comercial y artístico. El director murió en Los Ángeles en 1980.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Hitchcock vuelve a San Telmo