Iratxe Beorlegui recibe hoy la Medalla de las Bellas Artes de México

Tras su paso por el Ballet de Euskadi, Beorlegui accedió a la CND de México en 1996, siendo promovida a primera solista diez años después, donde continúa «bailando mucho y con una madurez sobre el escenario que me gusta y disfruto más», explica. Recibió el premio Trayectoria Artística de Gipuzkoa en 2008 y pudo subirse al Victoria Eugenia: «Para todos los bailarines que vivimos fuera de nuestra ciudad, nuestra mayor ilusión es bailar en casa. Bailar en la gala del Día Internacional de la Danza fue muy bonito e importante para mi carrera artística pero, sobre todo, para mi corazón», confiesa.

Beorlegui se muestra especialmente ilusionada por el impacto que ha tenido su participación en el proyecto del fotógrafo portorriqueño y embajador de Fujifilm Omar Z Robles de inmortalizar a bailarines en Ciudad de México. «Han sido un boom las fotos en las que me metí en el agua de las fuentes del monumento a la revolución. Se han compartido unas cien mil veces». Y avisa de que en enero repetirá sesión con el fotógrafo Pelayo González en Donostia, «allí me verán saltando entre las calles», finaliza.