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Fernando Huarte, Roskow, delante de su mural del Boulevard donostiarra ayer en Tabakalera.
Música para coronar el mural de Roskow en Tabakalera

Música para coronar el mural de Roskow en Tabakalera

Tras casi dos meses de trabajo, el artista donostiarra dará por concluida su obra mañana con un concierto

IMANOL TROYANO

Miércoles, 2 de noviembre 2016, 08:02

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Una surfista caminando mientras sostiene su tabla, ciclistas circulando por el bidegorri, artistas callejeros poniendo banda sonora al ambiente o turistas observando un mapa. Son algunas de las escenas cotidianas que suceden en el Boulevard donostiarra y que por ser tan habituales pasan ya desapercibidas. No para Fernando Huarte (Donostia, 1963), conocido artísticamente como Roskow, que se ha aprovechado de todas ellas para confeccionar su mural del paisaje donostiarra de tres metros de ancho y uno ochenta de largo.

Elaborado en el espacio Kutxa Kultur Plaza, de la cuarta planta de Tabakalera, todo aquel que haya pasado por ahí desde septiembre habrá podido ver su evolución. Con esta iniciativa se ha querido mostrar el proceso del arte en vivo, llevando los talleres de los artistas a los espacios públicos.

Muchos han sido lo curiosos que se han acercado a Roskow para comentar su obra. «Jubilados encantadores, franceses, algún profesor alemán... Una señora me dijo que vivía en uno de los portales pintados», descubre. Además, ha tenido que decir muchas veces que el mural vecino de un plano general de Donostia -de Chillida- no era suyo. «Pero son complementarios. Ahí se ve toda la ciudad y mi cuadro es como un zoom», indica.

Sobre su pieza, Roskow vuelve a dejar su impronta tan característica que surge de la ilustración y el cómic, influenciado también por el estilo de su gran admirado Pieter Brueghel. Esta vez se ha centrado más en «la luz y el color». «Este cuadro es más impresionista», subraya.

Hecha «sobre la marcha»

Éste ha sido un proyecto que se ha dilatado más de lo que se preveía. Roskow explica que «me propusieron venir a hacer un cuadro en una semana, pero viendo el espacio me animé a hacer una obra más monumental. Al final he estado casi dos meses».

La evolución de la obra tampoco ha seguido un patrón estricto. «La he ido haciendo sobre la marcha. La idea era que fuese verano, representando la masificación del 2016. Con el tiempo los colores se fueron yendo hacia el invierno y empecé a pintar abrigos y a vestir a la gente. Se ha quedado en una especie de entre tiempo», ríe.

El colofón final de la obra tendrá lugar mañana con una actuación musical del propio artista a las 20.00 horas en la cuarta planta de Tabakalera. Será el momento en el que se ponga en la piel de Barón Roskow -su otra faceta artística- y deleite también por los oídos.

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