Cuando los clérigos cantaban al amor erótico

Las temáticas de la danza de la muerte, que recoge la idea de que todo el mundo muere independientemente de su condición social o riqueza, -el cineasta sueco Ingmar Bergman rodó la película 'El séptimo sello' con esta idea-; o del judío errante, en la que un judío que no dio agua a Jesús en el camino de su crucifixión se ve condenado a vagar por el mundo tras ser castigado por Dios, no son tan conocidas. A estas dos hay que sumar las obras de los llamados goliardos, que no gozan de mucha visibilidad, pero cuya obra ha dado lugar al trabajo de Carl Orff Carmina Burana, de gran fama mundial.

Vino, mujeres y juego

Los goliardos eran clérigos vagabundos o estudiantes pobres que durante la Edad Media realizaban sus estudios en universidades de toda Europa, principalmente en las de Francia, Alemania o Italia. Eran personas críticas con el poder establecido y la iglesia, lo cual demostraban en sus canciones. Eran amantes de la vida tabernaria, las mujeres y el juego, por lo que sus canciones estaban centradas en el vino, el amor erótico y a todo ese mundo relacionado con la fiesta. Por ello, desde la Iglesia eran criticados y censurados.

Esta literatura se concentra en la Edad Media, aunque algunas fuentes destacan que sus inicios fueron anteriores. No obstante, su desarrollo se fija en los siglos XII y XII. Su denominación de goliardos también es poco claras, ya que algunas teorías indican que procede del gigante bíblico Goliat (el que mató David), un personaje que para algunos representaba al demonio. Otros dicen que su nombre procede del francés antiguo, en el que la palabra 'gouliard' hacía referencia a 'clérigo de vida irregular'.

Cantos al amor carnal

La mayoría de las obras de la literatura goliarda eran anónimas. Sin embargo, se habla que en este grupo se encontraban el Archipoeta de Colonia Gualtero Mapes y Hugo de Orleans, como los autores más destacados. La cuestión es que de su obra, ahora desconocida surgió Carmina Burana.

Este trabajo del compositor alemán Carl Orff (1895-1982) concentra algunos de los cantos de los goliardos, recogidos en un manuscrito encontrado en el municipio germano de Benediktbeuern. La temática de esta obra gira en torno a los placeres terrenales y el amor carnal.