'John y Gena' clausura hoy el festival Punto de Vista de Pamplona

No quedan entradas, naturalmente, para la ceremonia que pondrá fin a esta edición novísima de unos encuentros en torno a la imagen, sus paradojas y mixtificaciones que empezaron a sorprender al mundo el siglo y el milenio pasados. Después de la entrega de premios, a partir de las 20 horas, Itxaso Arana Baztan, tafallesa licenciada en interpretación textual por la Real Escuela Superior de Arte Dramático y fundadora de la compañía teatral La Tristura ofrecerá su 'John y Gena' a la consideración de espectadores, colegas, programadores de festivales prodigiosos como el de Cinéma Mediterranéen de Tetuán o el mexicano Gira de Documentales Ambulantes y a grandes exploradores del y por el oficio entre matemático, musical y primitivo que es el Cine tal que el georgiano, fumador y buen polemista Otar Iosselani. En presencia de cineastas cercanos como Koldo Almandoz, de cinéfagos como los representantes de los cineclubs Kresala y Fas (Bilbao), de gente que pintó el celuloide como Sistiaga y de productores con agallas como los de 'Minerita', 'Asier eta biok' o 'Soroa' amén de guionistas como Jaione Camborda, Itxaso provocará una intervención suya y en directo sobre la película que ya estrenara en La Casa Encendida y cuyo mapa de sentimientos ('el amor era esto, esto, esto.') fue analizado intensamente en un pasado laboratorio de Arteleku.

Punto de Vista 2015 se termina pues con un juego escénico y cinematográfico cuyas referencias más (im)palpables son la intensa pareja que formaron el realizador de 'Love Streams' y la actriz de 'Gloria'; John Cassavetes y Gena Rowlands.

Un puñado de mapas

Punto de Vista se ha movido desde el martes por un sinfín de territorios casi desconocidos y a veces ariscos. De hecho, una de sus principales secciones se ha desarrollado bajo la advocación, la jaculatoria de un poema de Pessoa que viene a decir 'Sí, lo sé, es bello, es luz, es imposible; tiene color, existe, duerme. Y aunque tal vez no exista me es tan visible que forma parte natural de mí (...) unas islas donde hay paisajes que no puede haber'.

Y en esa sección dedicada a la insularidad, a la isla como infierno o paraíso; como espacio físico, territorio, sueño, pesadilla o memoria, se han visto trabajos que rebasan por todos los flancos mitos como 'Hombres de Aran' o 'The Naked Island' de Shindo y acaban invocando 'Las mil y una noches' o al dios del eco y los volcanes como pasa en 'Cochihza' de Khristine Gillard.

Y para esos viajes que también nos han llevado a Finlandia, Escocia o la Venecia de Balthus y Ember se necesitan mapas. Muchos y diversos. Por ejemplo el que propone el lekeitiarra Aitor Gametxo en los 60 minutos creados con el apoyo del festival, 60 minutos que tuvieron que ser programados ayer dos veces ante la tremenda demanda de entradas. Se trata de 'El otro mapa de Abauntz', filmado en el valle de Ultzama a partir del hallazgo de una piedra antiquísima que reproducía Europa tal como se conocía hace siglos, decenas de siglos. Y entre tanto plano, tanta bitácora ha habido otro ciclo que ha recuperado momentos como cuando los Lumière se acercaron a Biarritz para filmar por primera vez en la Historia del Cinematógrafo el movimiento del mar.