Socorristas zarauztarras, al rescate de los refugiados sirios en Lesbos

No hay cifras exactas, pero se estima que cada día decenas de refugiados, entre ellos muchos niños, fallecen en su intento de alcanzar la costa de Lesbos. Gran parte de los refugiados se hallan en los campamentos de Turquía, manejados por mafias, que les facilitan embarcaciones en muchas ocasiones en muy mal estado para realizar la travesía y muchos mueren en alta mar.

Las embarcaciones, además de ser muy precarias, van saturadas de gente, y basta un cambio de viento o cualquier otro mínimo problema para que la embarcación vuelque o pinche y los refugiados, muchos de ellos ni siquiera saben nadar, mueren en alta mar, como estamos viendo en las noticias casi a diario. Conscientes de la gravedad del asunto, los jóvenes socorristas no se lo han pensado dos veces y están dispuestos a arrimar el hombro, ayudar a los refugiados, pero desde el mar, vigilando las travesías mar adentro.

En grupos de ocho

De momento unas 25 personas han mostrado su intención de viajar a Grecia y colaborar en los rescates que sean necesarios. Lo harán en grupos de ocho, según la disponibilidad de cada uno. Son socorristas, patrones de embarcaciones, buzos... chavales y gente más experimentada que prestan la mayoría su servicio en la Cruz Roja, aunque viajan por su cuenta, formando parte de la ONG salvamento marítimo humanitario.

Es el caso del zarauztarra Eneko Galarraga (21 años), de Jaime Rochas (25 años) o del oriotarra Ibai Jauregi (33). Son tres de los que viajarán a Grecia, pero no los únicos. Otros zarauztarras también han mostrado su disposición, como Asier Nieto, Ion Murua, Mikel Mujika, Juan Alegre o Ana Lazkano.

«Si conseguimos financiación, viajaremos en grupos de ocho personas para una estancia de 2 o 3 semanas y nos iremos relevando por turnos para intentar ayudar en lo que podamos», indica Jaime Rochas, que viajará en el primer turno junto a Ibai Jauregi, mientras Eneko Galarraga estará preparado para el segundo turno y el resto, para los turnos de enero, febrero...

La misión de estos socorristas será rescatar del agua a los refugiados. «Hay mucha gente voluntaria en tierra con medicamentos, comida, ropa, pero no ocurre lo mismo en el mar. Pretendemos llevar de aquí una autocaravana, embarcaciones, remolques, focos, mantas térmicas, chalecos, prismáticos... Habrá que comprar todo el material, a no ser que alguien nos lo ceda», explican.

La travesía de Turquía a la isla de Lesbos apenas es de nueve kilómetros, pero muere mucha gente. «Vigilaremos la travesía, además de otras dos pequeñas islas a las que también suelen dirigirse los refugiados. Varios de los integrantes vigilarán desde alta mar y otros con prismáticos desde la orilla. Estaremos con las radios, para movernos de un sitio a otro ante cualquier contingencia».

Viajan preparados y mentalizados, aunque reconocen que no es lo mismo rescatar a una única persona en la playa de Zarautz o tener que hacer frente de golpe a una embarcación con cuarenta o cincuenta personas en situación límite. «Vamos dispuestos a aportar nuestro trabajo, con la única misión de salvar vidas».