Lasarte-Oria

Los niños saharauis disfrutan de los últimos días con sus familias de acogida

Desde que llegaron a finales del mes de junio, los tres pequeños han podido disfrutar de las actividades de los txokos de Ttakun, así como de otras salidas que han realizado junto al resto de niños saharauis que han llegado a Gipuzkoa. «Han ido al Aquarium, han visitado el estadio Real Arena, jugaron en el Izar Park y lo harán en el Costajump, este viernes habrá una fiesta de despedida en Tolosa y la semana que viene, el miércoles 28, haremos la comida de despedida, como el año pasado, en la sociedad Xirimiri. Los niños se marcharán el 29», comentaba Irati Zatarain que junto a su familia, por segundo año consecutivo, han acogido a Hassana en su domicilio de Lasarte-Oria. «Este año todo ha sido más fácil para nosotros y para él, porque ya nos conocíamos del verano pasado. Al ser la segunda vez, durante todo el año hemos podido estar en contacto con Hassana y su familia, hemos profundizado en la relación. Esto ha hecho que tengamos mucha más conciencia de las duras condiciones en las que viven en los campamentos. Vemos con preocupación el futuro de Hassana y de su familia, así como del resto de refugiados saharauis». Por eso, para esta familia lasarteoriatarra lo ideal sería «que no tuviera que existir este programa, porque eso significaría que el pueblo saharaui ha podido regresar a su tierra. Pero de momento no es posible, por lo que esta iniciativa les ayuda mucho a los niños y es una increíble experiencia para nosotros. Los niños que están participando en esta campaña de Vacaciones en Paz han creado un grupo muy bonito y se lo han pasado genial este verano».

Precisamente, tanto las familias como el colectivo Sahararekin Elkartasuna Lasarte-Oria quieren hacer un llamamiento a los vecinos para animarles a participar en este proyecto. «Para los niños en una gran oportunidad para salir de los campamentos y el caluroso verano. Durante estas semanas se alimentan equilibradamente y se hacen las revisiones médicas oportunas, además de divertirse y vivir momentos que no olvidarán», pero además, «se convierte en una gran experiencia para los miembros de las familias de acogida. La mayoría hace un balance muy positivo y si pueden repiten. Es mucho más lo que reciben de los pequeños que acogen durante el verano que lo que les supone, sin quitarle por eso importancia al gran gesto que hacen siendo familias de acogida», señalan.