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Medio siglo en contacto directo con la naturalezaZuhaitz Eguna o Día del Árbol es una de esas celebraciones que tienen lugar en Hernani y que adquieren un significado muy especial. Va más allá de aportar una oferta de ocio un fin de semana al año, guarda también un mensaje de sensibilización detrás: Hay que conservar los montes, cuidarlos, y qué mejor manera de hacerlo que repoblando con especies autóctonas los muchos montes con los que cuenta el municipio. Hernani, a diferencia de otras localidades cercanas, cuenta con una superficie muy amplia y en ella toman especial protagonismo los montes y bosques. No hay más que seguir el itinerario que marca el río Urumea, aguas arriba hacia Goizueta, para darse cuenta de ello. Una riqueza muy importante desde el punto de vista medioambiental, pero que requiere un cuidado. Ahí entra en escena Zuhaitz Eguna, que tuvo lugar este sábado nuevamente en la zona de Aparrain.
Fue en el año 1974 cuando se vivió por primera vez la fiesta del árbol en Hernani. El Ayuntamiento de entonces trabajó de manera especial esa concienciación por la protección del medio ambiente que nos rodea, resaltando la gran riqueza natural del término municipal. En esos primeros años tuvo vital importancia la figura de Joxe Legarreta, vecino de Ereñotzu, concejal en el Consistorio y que siempre mostró una sensibilización especial en todo lo relacionado con la conservación de los bosques. No en vano, desde hace 36 el Zuhaitz Eguna se denomina también Memorial Joxe Legarreta, recordando una figura que fue imprescindible para la celebración de esta jornada.
36 Es la edición que se cumple como Memorial Joxe Legarreta, en recuerdo al que fuera concejal del Ayuntamiento y gran promotor de la organización del Día del Árbol.
El Consistorio contactó con Mendiriz Mendi, club de montaña de la localidad, para que participará en esta fiesta por la naturaleza. Como no podía ser de otra manera tratándose de uba entidad montañera, aceptaron encantados. Desde entonces, todavía hoy en día, comparten en gran medida la organización y dinamización de esta jornada. Desde el club de montaña hernaniarra, que organiza un gran número de actividades a lo largo del año, resaltan la importancia de una jornada como la de Zuhaitz Eguna: «Es un día bonito, en el que se trabaja la sensibilización y conexión de los participantes con la naturaleza por medio de las plantaciones». El sistema no reviste demasiado misterio. Es un acto sencillo, en el que los asistentes acuden al terreno marcado por el Consistorio para llevar a cabo la plantación de árboles autóctonos.
De esta manera, a lo largo de los últimos 50 años se han ido recuperando distintas zonas verdes del municipio, en la mayoría de los casos, tal y como sucede en la presente especial edición, en bosques no cercanos al centro del municipio. La carretera que marcha camino a Goizueta ha acogido en muchas ocasiones el tránsito de los autobuses que lleva a los escolares para participar en las plantaciones. Una zona con fuerte presencia de bosques.
«Si algo se trabaja de manera especial es la sensibilización en los más pequeños para la conservación medioambiental», afirman desde Mendiriz Mendi, algo que se ha materializado siempre con una importante participación de los escolares, dinamizado a través de los propios centros educativos. Entre 80 y 100 chavales toman parte todos los años. No hay más que multiplicar las casi 50 ediciones celebradas por esa cifra para hacerse una idea del importante número de hernaniarras que con el paso del tiempo han tomado parte en el Día del Árbol. Casi 50 ediciones porque, como en muchos otros casos, la pandemia también cortó temporalmente su desarrollo.
«El tema de los escolares ha cambiado mucho, antes participaban un mayor número ya que en la época en la que se usaban los autobuses de Garayar para el traslado desde el centro de la localidad hasta la zona de plantación, el vehículo se llenaba totalmente», recuerdan desde Mendiriz Mendi. Pero no solo los estudiantes toman parte en esta iniciativa, también lo hacen adultos, estos últimos organizados directamente desde Mendiriz Mendi.
En una primera etapa los chavales acudían el sábado por la mañana y los adultos el domingo, acudiendo andando los mayores desde la Plaza de los Gudaris hasta la zona de plantación. Ahora comparten día y hora. «También eran muchos más antes los adultos que acudían a esta cita con el Zuhaitz Eguna cuando se hacía por separado. Es cierto que entonces el plan era otro, más completo. Acudíamos primero andando durante unas dos horas hasta el punto donde se plantaban los árboles y tras hacerlo se organizaba una comida. Añadía un atractivo mayor a la jornada», apuntan no sin cierta ironía desde el club de montaña.
Hay que destacar la labor que realizan también los vecinos de Ereñotzu, que siempre hacen y dan bocadillos a los participantes, y no son pocos precisamente.
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