«El tiempo ha demostrado que el límite de 30 por hora en ciudad funciona»

Desde los primeros años del Irun 30 «la velocidad media ha bajado de 43 kilómetros hora a 32» y «el 85% de los vehículos que circulan por el casco urbano se ajustan a esos números». Han desaparecido las altas velocidades que se daban antes y hoy parece imposible pensar que antes del Irun 30 se impusieran multas por circular a 80 por hora por el paseo de Colón.

Esta década de limitación ha «ayudado a que Irun cumpla la reducción del 20% de emisiones de CO2» y no es que no sea importante, pero quizá es más aprehensible que los accidentes se han reducido casi a la mitad: «De más de 400 al año que había hacia 2011, hemos pasado a los 221 de 2019», destacó Olazabal, obviando un 2020 con 151 accidentes «porque los datos de un año tan raro no pueden servir de referencia».

Mientras las ciudades se apresuran para saludar el martes próximo el nuevo límite de velocidad urbano en las mejores condiciones posibles, Irun puede hacer balance de 10 años aplicando la medida. «Es como para que nos sintamos orgullosos», decía el delegado, que ve en esta experiencia «un buen punto de partida para seguir fomentando una movilidad sostenible. Para ello el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible», que comienza a desarrollarse formalmente a partir del lunes, «será una herramienta indispensable».

Al margen de las apuestas e innovaciones que lleguen con el nuevo PMUS, lo cierto es que el cambio normativo tendrá también su impacto en Irun, aunque será mínimo comparado con lo que va a ocurrir en muchos otros municipios. Aquí, la afección se limita a unas pocas calles (Lavanderas o Burniola, por ejemplo) que aún no estaban limitadas a 30 y lo estarán desde el martes. También a la calle San Marcial, que a pasa a ser de 20 por tener aceras y calzada al mismo nivel.

Entre las calles que ya son de 30 hay detectados algunos puntos en los que el cumplimiento no es del todo satisfactorio. «Ya no se registran altas velocidades en ninguna calle», aseguraba el delegado, pero hay algunas en las que se sobrepasa el límite más de lo deseado, como Vega de Eguzkiza en sentido hacia San Juan o el paseo de Colón sentido Hondarribia. Han salido de esta lista algunos de los viales que más problemas presentaron al comienzo del Irun 30 como las avenidas Elizatxo o Euskal Herria o la calle Anaka en la cuesta de Sancheski.

En otros puntos, como las calles San Marcial o Juncal, los números no son malos, «pero están yendo ligeramente a peor». Para incidir en los beneficios del límite de 30 e insistir en su cumplimiento «va a comenzar próximamente una nueva campaña de sensibilización».