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Las socias se abren paso en las sociedadesLa realidad de las sociedades gastronómicas está cambiando. Hace ya años que se viene hablando de un cambio de modelo porque las nuevas generaciones de socios no entienden la sociedad de la manera en la que se ha entendido hasta ahora, de la misma manera en la que la entienden generaciones anteriores que son, en la mayoría de los casos, las que pilotan estas naves actualmente.
Los cambios principales tienen que ver con el uso de la propiedad sociedad, quiénes y cuándo acuden a ella. Está dejando de ser el punto de reunión diario o casi para convertirse en el espacio en el que celebramos eventos de fin de semana, ya sean comidas familiares, cenas de cuadrilla o las meriendas de cumpleaños de menores cuya conveniencia no todo el mundo comparte.
Otro de los cambios que se está incorporando en los últimos tiempos es el del género de los socios porque muchas sociedades que no lo hacían han empezado a incorporar socias. La tendencia no es nueva, pero en Irun está tomando cuerpo especialmente en los últimos años. Hay espejos en los que mirarse, como EKT, entidad cincuentenaria que asumió desde su fundación la condición mixta de sus asociados, o Irungo Motor Elkartea, que sin haberlo hecho de origen, hace ya quince años que dio el paso de terminar con la restricción de género.
Es más reciente el caso de Irungo Atsegiña, sociedad centenaria que en 2022, con la llegada de un nuevo equipo directivo, llevó a cabo una modificación de sus estatutos que la asamblea aprobó «sin ningún problema» y que contemplaba que las mujeres pudieran entrar como socias de la entidad. «En el primer año y medio, la entrada de mujeres a la sociedad fue importante», señalan desde la directiva. Se apuntaron 72 mujeres que representaban a finales de 2023 «el 8% de los 902 socios». Desde la Atsegiña señalan también que la media de edad en ese 92% de hombres es de 62 años, mientras que entre las mujeres es de 36. En 2023 aún hubo una cifra de altas masculinas superior a la femenina en una proporción 3:2, pero en 2024, aún por cerrar, «habrá sido seguramente un 50-50 o algo parecido».
La sociedad Aldapa, la preciosa casita pegada al Museo Oiasso en la bajada hacia la avenida Salis, aprobó la llegada de socias el pasado mes de diciembre y ya se han incorporado las primeras cinco mujeres. Aún no ha habido altas femeninas en la Sociedad Elizatxo, que tomó la misma decisión este mismo mes de enero. «De momento no. Hemos tenido una incorporación pero ha sido un hombre», informan en la sociedad de la plaza Pío XII. «Es algo que viene pasando ya en muchas sociedades de Irun y se ha llevado con toda normalidad».
Ese proceso de la incorporación femenina se lleva dando, en realidad, por todo el territorio guipuzcoano desde hace varios años, impulsado sobre todo por la necesidad de reforzar y rejuvenecer la masa social de estas entidades.
«No es nuestro caso», aseguran desde La Salle, sociedad que celebra este jueves a las 19.00 su asamblea ordinaria en la que a petición de un socio se va a someter a votación esta cuestión. «Tenemos superávit cada año y 535 socios, entre ellos muchos jóvenes», explican desde la directiva.
Algunos de los socios veteranos consideran que «es una cuestión de tiempo que las mujeres se puedan hacer socias, pero algunos preferimos mantener el modelo actual. Tiene que ver exclusivamente con eso, con la forma en la que entendemos que funciona esta sociedad. No hay nada más». Será una asamblea intensa, no sólo por esta votación sino porque se elegirá nuevo presidente y también votará si se sigue permitiendo fumar en el interior del local o se prohíbe. «Ya está prohibido siempre que haya al menos un menor», matizan desde la directiva.
La Salle encara, por tanto, un debate y una votación para decidir si se abre a la llegada de socias. Otras sociedades tienen claro que no. «En Jostallu no nos hemos planteado ese tema. La sociedad tiene una dinámica y nadie está por cambiarla. Nuestras propias mujeres prefieren que cuando vienen tengan que hacerlo todo los hombres. Que haya sociedades con modelos diferentes, con perfiles diferentes para que todo el mundo pueda encontrar su sitio parece una buena solución», señalan desde la directiva.
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