Irun

Reencuentro sidrero a prueba de chaparrón

Aunque sea un tópico, se puede afirmar que las ganas de fiesta se impusieron al mal tiempo y, en el caso concreto de ayer, que llovió más sidra que agua. Aún con un intermedio en forma de chaparrón, Irun se reencontró con el Sagardo Eguna en la que fue la XXVII edición de la cita. Tras el parón de 2024, la ONG Taupadak volvió a organizar la fiesta gracias a la alianza con Betti Gotti Euskara Kultur Elkartea y Antxeta Irratia y a los «alrededor de 150 voluntarios» que ayer arrimaron el hombro, como recordaba Jokin Melida, de Taupadak.

La lluvia hizo acto de presencia media hora después del inicio del Sagardo Eguna, alrededor de las 18.30, y el público se cobijó bajo los paraguas y el arbolado de la plaza Urdanibia a la espera de que cesase el chaparrón. «La gente se ha acercado y aún es pronto. Si la lluvia nos da tregua, podremos aprovechar la tarde», auguraba en ese momento Jokin Melida. Efectivamente, así fue, e incluso algunos rayos de sol acompañaron al cierre de la fiesta. Melida reconocía que «el tiempo es un factor determinante», pero ponía el foco en «toda esa gente joven que se ha acercado», pañuelo de cuadros al cuello, «con ganas de disfrutar». Y así pudo ser, con lluvia y sin ella. A última hora de la tarde, Los Trankilos se dieron una vuelta por la plaza Urdanibia y por San Juan animando aún más el ambiente.

Jokin Melida recordaba que el principal objetivo del Sagardo Eguna es recaudar fondos para los proyectos que Taupadak desarrolla en Bolivia: «el año pasado no pudo ser, pero este año hemos retomado la fiesta con la ayuda de Betti Gotti y Antxeta y estamos muy contentos. Todavía no hemos hecho números, pero estamos seguro de que podremos repetir los próximos años». Independientemente de la climatología, el Sagardo Eguna ha vuelto para quedarse porque «no puede faltar» en el calendario festivo irundarra.