Irun

«Queremos reivindicar que el cine hecho por mujeres no es una categoría aparte»

La voz de las mujeres empieza a escucharse en el cine. Así lo refleja el documental 'Arnasa betean. A pulmón. Mujeres cineastas', dirigido por Bertha Gaztelumendi y Rosa Zufía que se proyectará el domingo en el Amaia, a partir de las 19.30.

Tres buceadoras guían un viaje submarino a través del cine dirigido por mujeres, mostrando la temática de sus películas, sus personajes, su mirada, sus sueños y sus esfuerzos por salir adelante. «La primera decisión fue situar de alguna manera la película en el mar. Este juega un papel muy importante en el cine de las mujeres como símbolo de libertad y estas tres buceadoras representan a las mujeres cineastas en el sentido de que ellas bucean en apnea con muchísimo esfuerzo y sin oxígeno. Nos parecía que había un gran paralelismo», explica Rosa Zufía.

El film pone en valor el trabajo de veteranas cineastas o de jóvenes que están triunfando en los últimos festivales. «Hay nombres que han pasado desapercibidos aunque en su momento fueron conocidas y nadie se acuerda de ellas. Ha sido como poder sacarlas del fondo del mar», explica Rosa, mientras Bertha Gaztelumendi describe cómo «las jóvenes están en otro momento porque las circunstancias han cambiado, pero también hay que decir que queda mucho por hacer. Hay profesiones en el cine, aquellas más técnicas, capitalizadas por los hombres aún. Ahora se vive con otra naturalidad, porque hoy en día las cineastas han podido acceder a formación, algunas con un reconocimiento y unos premios casi impensables hace no mucho tiempo. El público va mirando menos si detrás de la cámara hay un hombre o una mujer».

La directora irunesa apunta que «es un mundo hostil. Porque a las mujeres detrás de la cámara no les han confiado la financiación necesaria, hay datos que indican que ha sido de un 40% menos respecto a los hombres. No les entienden capaces de liderar un grupo y de dirigirlo. Hay un manto que une a todas, es el esfuerzo por salir adelante en un mundo discriminado también el arte del cine».

El documental tiene un objetivo reivindicativo. «Siempre las mujeres han hecho cine y no han sido tratadas justamente porque no se han tomado en consideración las películas que hacían. También tratamos de reivindicar que las cosas están cambiando, sobre todo gracias a su empeño, están empezando a salir de falta de visibilidad», asegura Zufía.

Para Gaztelumendi, «es una responsabilidad presentar la obra en su ciudad. «El cine que hacen las mujeres no es una categoría aparte, como hablar de terror o comedia. Queríamos enseñar que es diverso y teníamos que expresar esa diversidad», subraya.