El presupuesto municipal crece en el Pleno hasta los 77,6 millones

A los tres se les aceptaron enmiendas en un pleno largo, larguísimo, que con parada para comer, empezó a las 9.00 y terminó a las 17.26 horas. No hubo tanto debate como pudiera pensarse. Los grupos habían registrado un centenar de enmiendas y aunque se acabaron retirando más de cuarenta, la mera enumeración y lectura del título y cuantía llevaba un tiempo. Mención aparte para la votación. Con el formato semipresencial y pidiendo por su nombre a cada corporativo su posicionamiento a viva voz, sólo en votar se utilizaron más de 50 minutos. Y no se votaban las que el Gobierno aceptaba tal cual ni las retiradas, sólo aquellas para las que se proponía algún cambio.

Con todas las correcciones aprobadas, el borrador que presentó el Gobierno, de algo más de 76,5 millones de euros, engordó en 1,04 millones hasta alcanzar, prácticamente, los 77,6.

Antes de entrar al debate de las enmiendas parciales, el delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez, expuso el borrador del Gobierno. En otros casos se podría haber usado el verbo defendió, pero ayer no hubo enmiendas a la totalidad. Sí algunos apuntes críticos en la ronda de intervenciones de los portavoces, claro, pero ya se advertía cierta comunión tanto con Bildu como con el PP. Menos con EAJ-PNV. Los jeltzales ya habían avisado de que discrepaban de la base de la propuesta del Gobierno. Aducían que en un momento clave para «ayudar a las personas y sectores más afectados», el Gobierno «no pone toda la carne en el asador y deja sin usar 3 millones». Esa cuantía es la distancia entre la capacidad de déficit que permite este año la legislación y la que el borrador del Gobierno preveía utilizar (tras incorporar enmiendas de los grupos, el margen quedó reducido finalmente a 2 millones).

Páez esgrimió «criterios de prudencia» porque «no sabemos lo que puede estar por venir, si esto va a dar la vuelta rápido o no, qué consecuencias que ahora no vemos puede haber...». No convenció al portavoz jeltzale, Xabier Iridoy, que subrayó que la «prudencia en este caso es utilizar todo el dinero para ayudar a los que lo necesitan». El delegado le aseguró que la perspectiva cambia en función de si se está en el Gobierno o en la oposición. «Ojalá no ocurra, pero si la crisis dura más de lo que se prevé o si los ingresos caen, ¿cómo se podría explicar que en el Ayuntamiento no tengamos recursos para reaccionar?»