
Irun
«Prefiero leer a ritmo de sirimiri, que se vaya empapando el interior»Secciones
Servicios
Destacamos
Irun
«Prefiero leer a ritmo de sirimiri, que se vaya empapando el interior»X. DE LA LINDE GARCIA
Irun.
Sábado, 26 de abril 2025, 19:58
La prosa, la poesía o el teatro forman parte del nuevo trabajo de Luis Sagüés Errandonea, escritor irundarra afincado desde hace años en Zúrich (Suiza). ... Para la publicación de su cuarta obra, Sagüés ha vuelto a confiar en el sello independiente 'El Salmón Lector'. Aunque esta vez no pueda volver a casa para presentarlo, su nuevo libro se puede encontrar en Amazon, tanto en papel como en versión digital.
–Han pasado siete años desde que publicó su último trabajo, 'El tranvía del ingeniero Múgica'. ¿Qué ha pasado durante todo este tiempo?
–Pues, entre otras cosas, que han nacido mis hijos. Intentaba disfrutar con ellos y escribir al mismo tiempo, pero al final me crispaba en ambos lados, así que decidí dar preferencia a la familia.
–¿Ha sido un parón premeditado o simples circunstancias de la vida?
–Yo creo que circunstancias de la vida han generado un parón premeditado (risas). Dejé de lado proyectos que necesitaban más constancia, no obstante, conseguía sacar tiempo para colaboraciones puntuales. Por ejemplo, con el grupo Oskarbi realizamos varios proyectos juntos, también escribía con regularidad en el magazín suizo Mundo Hispánico... Estos y otros eran trabajos que publicaba en uno y otro lado por separado, y que he querido aunar en un título; los redacté mientras no estaba escribiendo algo más largo.
–Vuelve con 'Escritos mientras no escribía'. ¿Por qué ha decidido publicarlo ahora?
–Antes de dormir les solía contar a mis hijos unos cuentos que me inventaba. Evidentemente repetía, pero iba adaptándolos a sus reacciones para que fueran más bonitos o divertidos. Era un buen ejercicio creativo, así que un día se me ocurrió escribirlos y empecé a trabajarlos. Los tenía más o menos finiquitados, pero me vine arriba y se me ocurrió crear una historia que los uniera...
–¿Y?
–Y llegó el bajón... necesitaba un tiempo que no tenía y me entró el bloqueo del escritor. No conseguía continuar ni siquiera en los pequeños ratos en los que antes sí podía, así que decidí parar y publicar algo para no caer en el agujero de la frustración. Ha sido como dar unos pasos hacia atrás para coger carrerilla y saltarlo. Y ha funcionado porque he renovado la energía.
–En este nuevo trabajo vuelve a usar como referencia el País del Bidasoa, un concepto barojiano que ha estado también presente en sus trabajos anteriores.
–Como soy de allí y no puedo coger el topo para llegar en veinte minutos, hay una nostalgia de la que suelo reconfortarme leyendo a Baroja, él es un buen compañero. Además, escribir sobre el País del Bidasoa también me ayuda a «teletransportarme» y para personajes me sirvo de la cuadrilla, de amigos y conocidos de allí. Es una forma de recordarles y divertirme con ellos mientras escribo, sobre todo cuando les pongo a hacer cosas que nunca harían...
–Un aspecto que destaca en la introducción de su nuevo libro es que escribe para que el lector lea el texto «sin ansias, sin prisas». ¿Qué importancia le otorga al disfrute de la lectura en estos tiempos de inmediatez?
–Cuando escucho que alguien ha leído un libro en una tarde pienso: «pobre autor... Tantas horas de trabajo para una sola tarde...», porque sé todo el trabajo que hay detrás de cada página. Por otro lado, considero la lectura como un tiempo para estar con uno mismo, sin prisa, en el que tranquilamente se deje volar la imaginación, se permita brotar recuerdos y se ofrezca libertad a soñar. Yo prefiero leer a ritmo de sirimiri, que se vaya empapando el interior, poco a poco, con calma...
–Antes de cada capítulo el lector se encuentra una breve introducción que pone contexto al texto. ¿Qué busca con este recurso?
–Entrar en contacto como el lector. Cuando escribo, suelo ser reservado, pongo voces a personajes o a un narrador que no soy yo. Con esa breve introducción rompo esta barrera y el lector lee al autor. Al igual que un guitarrista, en una pequeña sala de conciertos, antes de empezar una canción la presenta brevemente al público. Yo he querido hacer lo mismo entre capítulo y capítulo. Además, también quería dejar constancia y recuerdo de donde se publicó.
–También menciona que está inmerso en otros proyectos literarios. ¿Cuáles son?
–Bueno, tengo varios, ideas no me faltan, pero remangarse y meterse en faena es otra cosa. Mi imaginación es más fuerte que mi capacidad de trabajo. El que te he comentado de los cuentos es el que tengo más avanzado y el que debería retomar con nuevos ánimos. He limpiado el buzo de trabajo, ahora toca mancharlo metido en el texto.
–Lleva años viviendo en Zúrich, lejos de su Irun natal. ¿Cómo lleva el hecho de permanecer durante tanto tiempo lejos de su familia y amigos?
–Pues procuro ir cada vez que puedo, por mí y porque me gusta que mi familia quiera ir allí. Esto supone tener que renunciar a viajar por otros sitios para estar en Irun, pero no nos importa porque estamos muy bien siempre que vamos. Como escritor, vivir lejos me permite escribir cosas de casa sin que me resulten empalagosas.
–¿No se ha planteado volver a casa?
–A veces, cuando me entran ganas de escribir sobre Suiza (risas), porque necesito también ese componente nostálgico. Antes era más fácil volver, hacía la mochila y listo. Ahora tendríamos que movernos toda la 'troupe' y habría que organizarlo bien. Yo donde ando cómodo es en el día a día, sin pensar en el futuro, la vida me va marcando un rumbo que no tengo, me siento más vivo cuando tengo que improvisar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.