Un móvil para excavar en la historia del entorno de Toki Alai

Hace ya años que el Ficab vio con claridad que los documentales, el lenguaje audiovisual, podían ser una buena herramienta para atraer el interés de los alumnos y ayudarles a fijar ideas y conceptos relacionados con las diferentes etapas históricas que estudian durante el curso. Así nació y se consolidó la Sección Educativa del festival, que tiene su cita por las mañanas y que aunque abre sus puertas a todo el público interesado, trabaja específicamente con grupos de centros escolares previamente concertados.

El Ficab da un paso más este año con la iniciativa Ark-Mo. Si algo puede hacer que el acercamiento a la historia sea aún más interesante para alumnos y alumnas es que, en vez de ver un documental, lo filmen. La iniciativa se ha denominado Ark-Mo agrupando dos de los elementos clave del programa: arqueología y móvil, que son contexto y herramienta. El tema debe ser la historia del entorno propio y los autores, alumnos de centros escolares.

«Me encantó la propuesta cuando me la contó Itsaso Bikuña, del Museo Oiasso», explica Gorka Alijostes, el profesor que impulsó el proyecto en Toki Alai Ikastetxea para que alumnos de ESO lo llevaran adelante. Él ha estado al frente del proyecto, «pero algo así no sale si no hay, aparte de una gran implicación de los alumnos, mucha ayuda de mucha gente, de la Dirección del centro, de otros profesores y hasta de mi propia familia, que me ha echado una mano con la tecnología para poder editar el vídeo final».

El proyecto, «desde el principio, me pareció bonito y complicado. Lo primero fue decidir qué íbamos a contar». Con el centro pegado a las ruinas del castillo de Gazteluzahar y la ciudad inmersa en el 500 aniversario de la batalla de San Marcial, enseguida encontró ahí la inspiración.

Este viernes se estrena, abriendo la Sección Educativa, 'Gazteluzar, bost mende Bidasoako zaindari' (Gazteluzar, cinco siglo vigilando el Bidasoa) que arranca de una ficción en la que alumnos y alumnas del colegio están jugando en el patio cuando su balón pasa por encima de la valla y se adentra en las ruinas del castillo. Al ir a buscarlo, los jóvenes encuentran un curioso casco metálico que no saben reconocer. A partir de ahí comienza una investigación en varias vertientes que llevará a los protagonistas a saber de la guerra que tuvo lugar cinco siglos atrás, a conocer la figura de Miguel de Ambulodi, a relacionar estos hechos con la propia ciudad...

Catorce jóvenes de Diversificación de 4º de la ESO participaron en el proyecto. «Algunos tienen más presencia en pantalla, otros se dedicaron a grabar o preparar cosas». Lo importante para Alijostes es que la experiencia sirvió para agitar a su alumnado, «como siempre, a unos más y a otros menos, pero surgió un interés por saber de aquella contienda, por quién era Ambulodi, qué tiene que ver todo eso con el Alarde...».

El centro promueve iniciativas de este tipo cuando tiene ocasión. «Estamos colaborando con EL DIARIO VASCO y su iniciativa Gure Eskola a partir de una revista que estábamos haciendo aquí». El profesor entiende que «es importante buscar experiencias que estimulen a los alumnos porque les ayudan a aprender, facilitan que las cosas se les queden grabadas». Obviamente «siempre hay que aportar una base teórica necesaria, pero hay metodologías variadas y utilizar el recurso audiovisual es muy útil, porque es el lenguaje que manejan en su día a día. No puede sustituir a la lectura; que lean es importantísimo y que aprendan a expresarse por escrito también, pero la realidad es que lo audiovisual y el móvil son su modo de vida y trabajar con esas herramientas es una metodología muy eficaz, más aún si se convierten en parte activa y no sólo receptores pasivos».

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