Migrantes en la muga. F. de la Hera

Más de 800 migrantes en tránsito recalan en julio en Irun para cruzar la frontera hacia Europa

La apertura de fronteras tras el confinamiento reactiva las llegadas a Gipuzkoa. «De momento no hay problemas de espacio», asegurandesde Cruz Roja

Lunes, 3 de agosto 2020, 06:29

Algunas noches se cuentan uno o dos. Otras, se juntan diez y hasta quince, depende de si coincide con el fin de semana. A su llegada, en la estación de autobús de Irun, les esperan varios voluntarios de la red de acogida de migrantes, quienes les explican que existe un centro gestionado por Cruz Roja en el que pueden comer y pasar la noche para recuperar fuerzas. En la estación de tren la situación se repite y se apea otro grupo, en su mayoría subsaharianos. Al día siguiente, la mayoría de ellos intentará cruzar la frontera y seguir su ruta hacia Europa.

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La llegada de migrantes en tránsito que recalan en Gipuzkoa en su periplo migratorio hacia otros países europeos no ha cesado desde aquel mes de junio de 2018. Entonces, Euskadi tuvo que responder de manera urgente a la llegada repentina de migrantes irregulares 'de paso'.

Tras un parón por el confinaniento a causa del Covid, la reapertura de fronteras ha vuelto a reactivar la llegada de migrantes a Gipuzkoa. Según los últimos datos, el centro de acogida de Irun atendió a un total de 827 personas del 1 al 19 de julio y fueron 323 los que pernoctaron en esta instalación, que actualmente cuenta con un aforo de entre 30 y 35 plazas, después de haberse readecuado el espacio por la pandemia del Covid-19. A quienes llegan se les hace una identificación exhaustiva, se les toma la temperatura para evitar contagios. Además, se les recopila sus movimientos desde que entran en la península por si fuera necesario realizar un rastreo.

Hasta el momento, este centro -ubicado en un antiguo concesionario de coches, en el barrio de Ventas, y habilitado por el Gobierno Vasco- es el único que permanece abierto. El centro Martindozenea, dependiente del ayuntamiento de la localidad, «de momento no se ha necesitado, pero está preparado para su inmediata apertura si fuera necesario».

Según aseguran desde Cruz Roja, actualmente «no hay problemas de espacio», no obstante conocer el número de migrantes que puedan llegar en los próximos meses resulta casi imposible. «Eso es totalmente imprevisible, nos pasa lo mismo desde el 2018. No podemos controlar el volumen de llegadas porque son personas que tienen libertad de movimiento y por tanto lo restablecen cuando les surge la oportunidad. Lo que tenemos claro es la respuesta humanitaria hay que seguir ofreciéndola y para ello, seguimos en coordinación con el Gobierno Vasco y el resto de los componentes de la mesa», explica Nahia Díaz de Corcuera, responsable autonómica del programa de asilo y protección humanitaria de Cruz Roja.

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El dato

  • 323 es el número de migrantes en tránsito que pernoctó en el centro de acogida de Irun entre el 1 y el 19 de julio. Desde Cruz Roja aseguran que «las salidas son muy rápidas». El número de personas que suelen pasar por este dispositivo ronda las 15-20 diarias.

«Habitualmente la salida de las personas que pasan por nuestros centros es muy rápida, hay algunos que incluso no llegan a pernoctar. Pasan el día, descansan, se toman una ducha, cargan sus teléfonos móviles y poca cosa más y consiguen su objetivo. Otros necesitan una o dos noches porque quizá el viaje ha sido más largo». Un viaje que suele discurrir por el Estrecho en patera hasta las costas de Andalucía. Una vez se levantó el confinamiento, «muchos continuaron con ese proceso que ya tenían en mente» y llegaron a la localidad fronteriza en autobuses o trenes. Sin embargo, Díaz de Corcuera asegura que «no hemos llegado a un momento en el que se haya sobrepasado la capacidad que tenemos. Es cierto que la afluencia de personas es más voluminosa durante los fines de semana, pero también hemos tenido días muy flojos, la cifra es muy variable. En momentos muy muy fuertes, la cifra no ha superado las 50 personas al día y una jornada normal ronda las 15 o 20 diarias».

Tres escenarios

El Gobierno Vasco plantea tres escenarios de actuación para recibir en momentos puntuales una afluencia de entre 100 y 400 personas en un mismo día. Según corrobora la responsable de Cruz Roja, «todavía no hemos tenido la necesidad de una acogida de 100 personas diarias. Es posible que ocurra, son las posibilidades que barajamos, pero no nos preocupa en absoluto, los dispositivos están preparados para dar esa respuesta. Ahora tenemos el centro de Irun abierto con posibilidad de apertura en cualquier momento del centro de Bilbao y un segundo dispositivo en Irun, Martindozenea. Tenemos allá un equipo de respuesta preparado para que, en cuestión de horas, pueda habilitarse sin ningún problema». El número de plazas de esta instalación también sería «variable y aún no tenemos establecida su capacidad», según comenta ya que «no sabemos si va a ser para acogida de personas mixtas, familias, mujeres…».

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Desde la Red Ciudadana de Acogida de Irun observan la proporción de mujeres «inusualmente alta» que están llegando al municipio. «Hay días que incluso superan al número de hombres, cuando el porcentaje de mujeres de los últimos dos años se ha situado en torno al 8%», destaca sorprendido Jon Aranguren, miembro de esta oenegé. La labor de los voluntarios de la red sigue siendo constante en las estaciones de transporte. Aranguren cuenta que cada día atienden a «unas 10 ó 15 personas, algunas más durante el fin de semana». Muchos llegan desde Canarias, enviados directamente por Cruz Roja, que se encarga de comprarles los billetes en las rutas Madrid-Irun o Barcelona-Irun. Se desconoce cuántos de ellos optan por continuar hacia Francia y cuántos son devueltos de nuevo al otro lado de la frontera, a la espera de un nuevo intento de acceder al país galo. «Devoluciones hay todos los días y la Policía francesa les devuelve sin contemplaciones, es decir, le da igual si son menores, cuando tendrían la obligación de atenderles, o mujeres que pueden ser víctimas de trata», denuncia Aranguren. Tanto las organizaciones humanitarias que trabajan en la muga como este periódico han constatado las devoluciones de las que habla Aranguren en la misma frontera. Desde Cruz Roja no tienen constancia de este hecho.

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