
Irun
Irun presenta sus termas romanas en FiturSecciones
Servicios
Destacamos
Irun
Irun presenta sus termas romanas en FiturJoana Ochoteco
Irun.
Sábado, 18 de enero 2025, 20:51
Desde su inauguración, hace dos décadas, el Museo Oiasso no ha vivido un año tan importante como este recién estrenado 2025: va a ser una etapa clave para el equipamiento, a las puertas de dar un gran salto cualitativo en lo que se refiere a sus recursos patrimoniales con la apertura de las termas romanas. Llevan allí más de 2.000 años, y ya cuando se abrió el museo, en 2006, «eran la joya de la corona», recuerda la alcaldesa, Cristina Laborda. Estos restos arqueológicos habían sido localizados en el año 1996 y definieron en buena parte cuál sería la localización del entonces futuro museo romano.
Esa joya, sin embargo, había permanecido oculta hasta entonces y seguiría estándolo por un tiempo: su integración en el Museo Oiasso como una zona visitable requería de una inversión económica superior a los dos millones de euros. Ya era, de por sí, una cantidad considerable para ser asumida sólo por el Ayuntamiento, y la crisis económica de 2008 y sus consecuencias dificultaron aún más la operación. Las termas permanecieron años cubiertas, primero por una lona y después por una estructura ad hoc, en la trasera del museo.
Sin embargo, «otra crisis, en este caso la sanitaria», posibilitó que las termas vayan a ver finalmente la luz: los fondos activados por la Unión Europea para hacer frente a las consecuencias de la pandemia del Covid-19, y en este caso gestionados desde el Gobierno Vasco, alcanzaron al proyecto de recuperación de las termas en virtud de su potencial como atractivo turístico. La aportación europea se tradujo en dos millones de euros para la musealización de las termas y la digitalización turística.
Así, en otoño de 2023 pudieron empezar unas obras que, ahora, se encaminan hacia su conclusión. El avance de las obras es visible desde la cristalera de la fachada trasera del museo: la estructura de la pasarela que sobrevuela las termas ya está colocada. Desde aquí, los visitantes podrán tener una perspectiva de los baños públicos de la antigua Oiasso. Toda la intervención se ha realizado en una clave respetuosa con el entorno, el edificio del museo y, como no podía ser de otra forma, los propios restos arqueológicos. El proyecto incluye la reurbanización del resto de la trasera del museo «como una nueva plazoleta», recordó la alcaldesa. La actuación respetará también el cedro de Liberia de gran tamaño que se encuentra en esta zona.
El yacimiento consta de tres estancias con hipocausto, el sistema de calefactado consistente en un suelo hueco por el que circulaba aire caliente. En el habitáculo de mayor tamaño, el frigidarium o sala de agua fría, se conserva el pavimento de 'opus spicatum', consistente en ladrillos colocados en forma de espiga.
La entrada a las termas se realizará desde el interior del propio museo, a través de una puerta que, desde que se construyera el edificio, se concibió con ese fin. Aunque no tenga acceso directo desde la calle, el yacimiento será visible desde el exterior al estar integrado en una estructura acristalada.
El estado de las obras, visibles desde la cristalera trasera de Oiasso, atestigua que la puesta en marcha del equipamiento es cuestión de unos meses. Los plazos que maneja el Gobierno municipal sitúan la apertura a mediados de este 2025. El museo se verá reforzado con un yacimiento arqueológico «de primer nivel», subraya la alcaldesa, Cristina Laborda. El próximo jueves, la regidora viajará a Fitur, en Madrid, para presentar allí las termas de Oiasso. «Es la principal pieza arqueológica del museo», cuya integración en el mismo dota al equipamiento de los mejores cimientos para celebrar, en 2026, su veinte aniversario.
La apertura al público de las termas es una oportunidad y todo un reto. Su apertura marcará la programación de actividades del museo: «sin duda, las termas irán centrando una parte de las actividades», confirma Juanjo Jiménez, director de Oiasso. «Habrá una fase de transición y de adaptación que debemos transitar. Es un desafío», admite, «pero un desafío bonito. Tenemos los mimbres para hacer algo muy bueno» y convertir los datos de récord de 2024 «en el suelo del futuro del museo, no sólo a nivel cuantitativo, sino también cualitativo». En cualquier caso, Juanjo Jiménez añade que la premisa es «no perder la calidad» en la programación, «y que sigan siendo actividades interesantes para el público».
Antes de ese 20 aniversario, el museo celebrará las bodas de plata de una de sus propuestas más relevantes: el Ficab, que ha experimentado un importante aumento de espectadores en las últimas ediciones, cumplirá veinticinco noviembres situando a Irun como la capital del cine arqueológico.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Despliegue de guasa e ironía por febrero en Santoña
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.