Irun
El infortunio tumbó en Vigo la racha de un Real Unión que sigue a un gran nivelEl equipo volvió a exhibir un gran ritmo competitivo y supo crear ocasiones y sólo dos acciones muy desafortunadas hicieron que la quinta victoria seguida tornase en derrota
El partido del Real Unión en Vigo cortó la racha de victorias de los irundarras, que aunque mantuvieron un alto nivel competitivo y de juego, ... volvieron de vacío a casa. Adelantarse en el marcador y estar muy cerca del gol en un par de ocasiones más no fue suficiente para contrarrestar a un filial celtiña que tuvo la suerte a su favor en dos acciones clave.
En sólo tres minutos de los cinco que se añadieron al primer tiempo, los vigueses encontraron sus dos goles. El primero en un centro lateral que, en su esfuerzo por evitar el remate de Jordi Escobar, tocó Javi Domínguez. Su intención era sacarlo por la línea de fondo, pero llegó forzado y midió mal. El balón pegó en un poste, recorrió toda la línea de gol por detrás de Wright y tocó también en el otro antes de entrar definitivamente en la portería.
Era el 48 y antes de que el arbitro mandara a los 22 a vestuarios, un balón largo desde la posición de central del Celta fue tocado atras con habilidad por Escobar para que chutara según le caía Antañón. A pesar de estar presionado, sacó un remate excelente y el balón fue a golpear en el larguero con tal mala suerte que el rebote pegó en los pies de Wright cuando este caía de su intento de despeje del voleón del joven centrocampista gallego. La bola se separó dos metros del meta y quedó muerta para que Escobar, el más rápido, empujara a placer.
«Satisfecho con el equipo»
Lógicamente, Albert Carbó no podía estar satisfecho con el resultado del encuentro «pero sí con el esfuerzo de los jugadores. En el primer tiempo el equipo ha hecho un trabajo excepcional sin balón», valoró tras el encuentro. «En los contraataques hemos podido marcar dos goles, además del remate de Javi Domínguez en una falta lateral que ha salvado su portero con una intervención buenísima».
En el segundo, con intenciónde tener más balón «el equipo ha demostrado valentía, carácter, que compite». En ese contexto llegó la expulsión de Berto Cayarga. Cayó dentro del área en una acción cuando menos dudosa y se revolvió cuando un defensa rival le recriminó que hubiera acabado en el suelo. Se levantó revolviéndose y el árbitro le mostró la roja creyendo que había agredido al rival. «El arbitro y el cuarto árbitro han visto lo que ha pasado y han considerado que es roja. Lo tenemos que aceptar». Viendo las imágenes «podemos discutirlo, pero igual que a veces te cae a favor, otras veces en contra. Tenemos que respetar todas las decisiones arbitrales», defendía Carbó. Él se quiso quedar con «el esfuerzo del equipo y con que incluso con diez hemos tenido ocasiones contra todo un Celta para haber empatado el partido. No hemos podido, pero nos vamos satisfechos con lo que se ha visto en el campo».
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