Irun
«Estaría feliz de ver su nombre unido a un lugar simbólico de la ciudad»Las hijas de Carlos Blanco Aguinaga recorrieron ayer el Centro de Cultura y Creatividad que lleva el nombre de su padre
Edu Prieto
Irun
Martes, 21 de octubre 2025, 20:35
Diez años después de asistir a la inauguración oficial de la nueva biblioteca, las hijas de Carlos Blanco Aguinaga, Alda y María del Juncal, ... visitaron este martes el Centro de Cultura y Creatividad que lleva el nombre de su padre. Lo hicieron acompañadas por la alcaldesa Cristina Laborda, la delegada de Cultura Nuria Alzaga y representantes de todos los grupos municipales, dentro un acto en el que conocieron los entresijos de la sala Irun Zuzenean y recorrieron la biblioteca de la mano de su responsable, Iñaki Ceberio.
La alcaldesa Cristina Laborda destacó la importancia de Carlos Blanco Aguinaga para la ciudad «porque simboliza muchas cosas. Es la recuperación de parte de nuestra historia porque tuvo que huir de la guerra y la dictadura a través del puente Avenida. A pesar del destierro», apuntó la primera edil, el escritor y profesor «siempre mantuvo Irun y sus raíces en el corazón».
Residentes en Estados Unidos, Alda y María del Juncal se mostraron «emocionadas» por estar en el equipamiento cultural. Durante el recorrido, se interesaron por el funcionamiento de la instalación, preguntando, entre otras cuestiones, por la exposición que alberga estos días. También calificaron de «súper apropiado» el uso de las iniciales CBA argumentando que «así firmaba nuestro padre sus obras y notas».
En nombre de la familia, Alda agradeció al Ayuntamiento «el gran honor que rinden a nuestro padre. Estaría orgulloso y feliz de ver su nombre unido a este centro que ocupa un lugar simbólico de la ciudad como la plaza San Juan». Pese a tener que abandonar su lugar de origen, las hijas de Carlos Blanco recordaron que «nuestra familia radicada en México siempre tuvo fuertes lazos con la familia que se quedó atrás en la calle Santiago, un sinfín de tíos y primos».
Las hermanas hicieron referencia a los descendientes de la familia Gainza, que «a finales del siglo XIX dejaron el caserío para poblar la calle Santiago y también tuvieron que partir. Tres de nuestras bisabuelas emigraron a Montevideo y Buenos Aires y solamente una de ellas hizo el camino de vuelta».
Elda y María del Juncal reiteraron que «nuestro padre siempre mantuvo el cariño por la familia de la calle Santiago. Esos lazos familiares ahora se han convertido en estrechos vínculos con la ciudad».
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