Irun
Una docena de socios por metro cuadradoUna década en San Juan. La biblioteca municipal cumple diez años en su nueva ubicación y bajo la denominación CBA sin dejar de crecer en número de usuarios
Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: 'amor, amor', y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras». Son palabras pronunciadas por Federico García Lorca en septiembre de 1931, durante la inauguración de la biblioteca de su Fuentevaqueros natal. Hace diez años, en Irun, miles y miles de «¡Libros! ¡Libros!» descendieron la calle Mayor, desde la villa Ikust-Alaia que los había custodiado durante cerca de tres décadas, hasta el CBA, la flamante sede que abría una nueva etapa para la biblioteca municipal en el corazón de San Juan.
Los trabajadores del equipamiento portaron durante semanas la gran mayoría de esos miles de volúmenes; los últimos llegaron de las manos de cerca de 300 niños y niñas de Irun que el 2 de octubre de 2015, un día antes de la inauguración oficial, fueron los primeros en adentrarse en el CBA.
-
personas son socias de la biblioteca municipal En lo que se refiere a la población local, casi la mitad de los irundarras tienen carnet del centro.
El traslado de la biblioteca municipal al nuevo espacio supuso sumar extensión física al equipamiento cultural. El CBA duplicó la dimensión útil de la que se disponía en Ikust-Alaia: con 2.500 metros cuadrados, si todos los socios de la biblioteca accediesen a las instalaciones a la vez tendrían que apretujarse a razón de algo más de una docena por metro cuadrado. Según datos de finales de septiembre, 35.411 personas son socias. Durante la etapa en el CBA se han registrado 5.252 nuevas altas. Casi la mitad de los irundarras, el 48,5%, posee el carnet de la biblioteca.
En 2024, el centro registró un total 158.360 visitas. Teniendo en cuenta que ese año estuvo abierta al público 308 jornadas, las instalaciones reciben cada día a alrededor de quinientas personas. Estos datos de 2024 suponían un aumento del 10% frente al período anterior. Mayo, época de estudio por excelencia antes de los exámenes de fin de curso, fue el mes con mayor número de accesos.
57.000 préstamos
La biblioteca prestó un total de 57.000 documentos a lo largo del año pasado, la gran mayoría (94,48%), libros. La cifra supone un incremento de casi el 12% respecto al período anterior. Entre los nuevos socios, el 76% de los menores de edad y el 64% de los adultos solicitaron algún préstamo, lo que indica que el alta se traduce, por lo general, en un uso activo del servicio. Analizando el conjunto de préstamos, el 54% los tramitaron personas adultas, y el 46% se correspondían a materiales de la sección infantil y juvenil. Destaca también el dato de que el préstamo de productos audiovisuales, sonoros o electrónicos descendió un 11%, lo que refleja la tendencia del tránsito al formato digital en el consumo este tipo de contenidos.
Al consultar cuáles son los títulos más prestados, el bibliotecario, Iñaki Ceberio, matiza que «la pregunta y la respuesta encierran cierta trampa, puesto que las estadísticas varían en función del perfil del lector, la franja de edad o los intereses del momento. No obstante, se detectan tendencias que evidencian una estrecha relación entre el gusto lector y la programación cultural del entorno».
Así, el título en castellano más prestado del año pasado fue 'Las hijas de la criada', de Sonsoles Ónega, Premio Planeta 2023. En euskera, el más solicitado fue 'Maitasun kapitala', de Karmele Jaio. En literatura infantil, destacan volúmenes de las colecciones 'Katta' y 'Ahizpak'; y en cuanto a cómics, el manga lidera la lista con títulos como 'Tokyo Revengers' o 'One Piece'.
Un espacio muy activo
La biblioteca es un espacio vivo a través del extenso programa de actividades que desarrolla durante todo el año. Destacan los cursos y talleres anuales, que suelen cerrar inscripciones con lista de espera, y que abordan la escritura creativa, la poesía o la expresión artística, sin olvidar los grupos de lectura, el cineclub o las tertulias en francés.
Este curso, el inicio de los talleres anuales se ha retrasado a enero. No obstante, desde la biblioteca se ha hecho un esfuerzo para garantizar que este otoño siga habiendo actividades, organizando espacios para la poesía coordinados por Jesús Rodríguez o para las tertulias en francés de la mano de Mónica Zafra. Tampoco faltarán las sesiones de los cineclub Bechdel y de cine francés. Para participar en cada una de las sesiones es preciso inscribirse previamente.
La sala de estudio reabre
Entre las mejoras implementadas recientemente está la instalación de dos cabinas de reducción acústica (una individual y otra colectiva), que responden a necesidades en el ámbito estudiantil ylaboral, como las videoconferencias o la ejecución de trabajos en grupo.
Además, mañana mismo reabre la sala de estudio que ha permanecido cerrada durante las obras de la segunda fase del CBA. Tras los trabajos, el espacio ha aumentado en 65 m2.
La delegada de Cultura, Nuria Alzaga, destaca que este décimo aniversario del traslado al CBA «no es una mera cifra, sino la constatación de que es un servicio útil, cercano y muy vigente. En esta década, el servicio de la biblioteca municipal ha actuado como un eje cultural, educativo y también social de la ciudad. Nuestro reto es que siga creciendo e innovando».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión