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«Los corredores cuando entrenan están pensando en ponerse un dorsal»A mediados de octubre la familia txirrindulari guipuzcoana se manifestó en Donostia para solicitar que se solucionen los problemas referidos a la organización de ... carreras. Allí estuvieron presentes también integrantes de la escuela del Club Ciclista Irunés, tanto corredores como entrenadores y padres.
Si bien es un problema generalizado, en Irun están consiguiendo evitarlo, según explica el presidente de la entidad, Dani Gómez: «Mo estamos teniendo problemas en lo que es la organización de las carreras, porque con los motoenlaces nos arreglamos muy bien. Les contratamos y nos cubren la Clásica San Pedro, también la marcha cicloturista Juanma Garate y la Vuelta al Bidasoa». Admite que «han subido un poco los precios, tanto de motos como de ambulancias».
¿Es Irun una isla en este océano de problemas? «Un poco sí. Todos los problemas tienen soluciones, luego depende hasta dónde quiera llevar uno el problema o si se busca una solución». En este sentido, Gómez asegura que «está muy enquistado el tema con los que estaban antes en la Federación, con la parte política y la parte de Ertzaintza y Gobierno Vasco».
Siguen celebrándose reuniones entre las partes implicadas pero no se ve un futuro claro y Gómez pide que «se solucione, porque los chavales quieren correr. Entrenan pensando en que tal día se van a poner un dorsal, eso es lo que les motiva. Y si no es así, más de uno se va a cansar y va a cambiar de deporte».
En el ciclismo de base hay dos agente principales, «Por un lado están las escuelas, que estamos trabajando por los chavales, y luego están los organizadores de carreras. A nosotros como club nos tocan las dos cosas: Tenemos escuela y organizamos carreras. Todo lo que hacemos es por y para los chavales. No discuto para nada los motivos por los cuales se está peleando, pero no estoy de acuerdo en hasta dónde se ha llegado para defender esos puntos de desencuentro. La pena es que el ciclismo guipuzcoano está muy dividido».
Añade que «hay dos facciones. Una parte queremos solucionar el problema, tirar para adelante y organizar carreras y hay gente que lleva ya muchos años de lucha y dice que están cansados y que la única solución es bloquearlo todo. Quizás esta segunda es más visible».
En Irun se cambió la ubicación de las carreras de categorías inferiores, que solían celebrarse en la avenida Letxunborro y ahora tienen lugar en el paseo Colón.
Gómez explica que «fue una idea del Ayuntamiento, que lo quería unir a Igande Sasoi. Para nosotros sería más fácil organizarlo en la avenida Letxunborro, a nivel logístico y de voluntarios, porque es más fácil cortar esa carretera, pero es verdad que en el paseo Colón luce más. La diferencia es que necesitamos más gente para cruces y semáforos, pero los propios padres de nuestros corredores colaboran en esa tarea».
Ahora es época de entrenamiento y la primera carrera será a mediados de enero en el circuito de mountain bike de Puiana. No hay programadas carreras de ciclocross porque los organizadores de las cuatro que se venían disputando no están por la labor y las pruebas de carretera llegarán más tarde. También hay problemas para sacar adelante la competición del velódromo.
Actualmente en la escuela del Club Ciclista Irunés hay cerca de sesenta escolares, en torno al doble de los que había hace solo cinco años. Y casi una decena de chicas.
Dani Gómez relata cómo «el ascenso se ha dado sobre todo en los últimos 2-3 años» y ve varias razones para ello. «En los últimos años hemos tenido mucho ciclismo del bueno en Irun. La Vuelta, el Tour, la Itzulia... Ven a los buenos y se motivan». También influyen las antes mencionadas carreras en el paso Colón. «Es mucho más visible ahí, cualquier niño o niña puede ver lo que hay y animarse». Y por último entiende que «las redes sociales nos han dado un empujón, también al tener más visibilidad».
Con el aumento de integrantes en la escuela, es cada vez más habitual ver a grupos entrenando, pelotones de 10-12 corredores. «Normalmente cada uno entrena por su cuenta pero hay varias sesiones que se hacen en grupo, con monitores y padres». Salir en grupo tiene la ventaja de «la seguridad, te sientes más protegido, siempre que el grupo no sea excesivamente grande». Además, «trabajan más a gusto. Se motivan, tienen piques... Esa dinámica que es la que buscábamos y se está consiguiendo».
Añade que «con los más pequeños la zona de entrenamiento es el 'tontódromo'», desde Punttas hasta después de la zona de aguas bravas de San Miguel, «y también hacia Hondarribia, la carretera del puerto».
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