Artia despide el año con el estreno del segundo Gazteleku municipal

Con ideas muy similares, como no podría ser de otra manera, Irun abre este viernes su segundo Gazteleku. Si el primero se ubicó en la finca del barón de Oña, donde Elitxu se encuentra con Belaskoenea, «éste lo hemos querido situar en el otro extremo de la ciudad», explica Santi Jiménez, delegado de Juventud.

Artia es un barrio de alta densidad poblacional en el que no abundan los equipamientos municipales y los que hay, si bien son muy potentes, tienen un enfoque muy vinculado al deporte: el polideportivo de Azken Portu y el campo de fútbol de Artia (con el trinkete y la pista polivalente al aire libre). Decidido el barrio, el Ayuntamiento se decantó por un lugar entre la parte más antigua y las promociones más recientes, cercano a Behobia y accesible a pie desde Palmera Montero y muy bien colocado para que esas instalaciones deportivas de Artia pudiera servir de complemento al propio local, en el pasadizo que lleva desde lo alto de la calle Iparraguirre a la plaza Julio Caro Baroja.

La mayor parte del espacio habilitado «es un lugar de encuentro para los jóvenes. Hay una sala aparte para realizar talleres artísticos y creativos y un espacio de cocina donde también se plantea desarrollar talleres». La técnica de Juventud, Irati Redondo, señala que la cuestión gastronómica «es algo que funciona bien en Martindozenea, donde se hacen talleres, como el de 'cocinas del mundo', en el que chicos y chicas participan y lo pasan muy bien. Aquí había esa posibilidad de habilitar una pequeña cocina y la hemos querido aprovechar». Esto no debe llevar a confundir las cosas porque Redondo deja claro que «cada Gazteleku tiene su propia identidad y características». Obviamente, la experiencia de los 20 años en la antigua finca de Oña no deben desaprovecharse porque, además, «los objetivos son los mismos».

En Artia, el equipo de tres monitores lo dirigirá Aratz Irigaray. «Vamos a acompañar a los jóvenes y a dinamizar el espacio, pero buscando siempre que usuarios y usuarias participen aportando sus propuestas de lo que debe pasar aquí dentro». O fuera, «porque también haremos salidas, la mayoría con un sentido formativo o de sensibilización, a veces, algunas, también puramente lúdicas».

Los monitores buscarán que sea un lugar en el que los jóvenes «puedan desarrollar sus capacidades, puedan divertirse pero en el que también puedan expresar sus dudas, sus inquietudes. Queremos trabajar con ellos a muchos niveles, también en cuestiones de igualdad y en eso, por ejemplo, estamos ya en relación con el servicio Asexórate», también del área de Juventud.

La relación con el barrio «también la tenemos muy presente. Vamos a reunirnos con la AVV, pero también con el pequeño comercio y con otros agentes para tratar de crear redes que sean beneficiosas para todos». Como gesto claro en ese sentido, antes de entrar en actividad oficialmente el viernes, mañana, de 19.00 a 20.30, se ha preparado una jornada de puertas abiertas para jóvenes, para sus padres y madres «y para todo el vecinario que quiera venir a conocer la nueva instalación», invita Santi Jiménez.

En su día a día, el gazteleku abrirá de martes a sábados desde las 17.00 a las 20.00 horas (hasta las 21.00 los viernes y sábados). El día 30, para arrancar con fuerza, «habrá música, taller de grafiti y algunas otras cosas más, como una merienda para todo el que venga», apunta Irigaray.