«También hay amplio acuerdo respecto al propio proceso: ha sido adecuado y útil»

Esa valoración coincide con otras recogidas en el primer informe. «Hay un consenso general en cuanto a que ha sido útil, que ha servido para que la ciudadanía pudiera realizar aportaciones al proyecto. Es una opinión que comparte el 91% de quienes participaron», apuntó la arquitecta. Aportó otros datos como que el 92% consideró que las personas que ofrecieron la información durante el proceso fueron claras y fáciles de entender, así como que el 94% valoró que la comunicación durante las sesiones había sido respetuosa y se había podido participar con comodidad.

Zabala se detuvo algo más cuando dijo que el 82% estaba de acuerdo con recomendar este proceso para otros casos. «Para nosotros era un proceso pionero. Es la primera vez que para un procedimiento urbanístico se organizaba un proceso de este tipo». Explicó que durante el propio proceso se tuvieron en cuenta las opiniones que se iban recogiendo y que, así, se modificaron «algunas dinámicas de las sesiones presenciales a partir de aportaciones recogidas en la primera ronda». También se atendió la solicitud planteada por algunos participantes en el sentido de ampliar el proceso, lo que llevó a organizar nuevas sesiones presenciales en los barrios que bordean el espacio ferroviario. «Quizá no fueron cuantitativamente muy relevantes para las cifras finales de participación, pero cualitativamente sí que aportaron mucho al proceso», valoró Zabala.