Irun
Un albergue para caminantes de todo el mundoIrun. La motivación religiosa ya no es la razón principal para hacer el Camino de Santiago, e Irun hospeda a cambio de donativos a caminantes de todo el mundo
Ane Piñeiro
Irun
Viernes, 26 de julio 2024, 20:30
El albergue de peregrinos de Irun que está ubicado en la calle de Lesaka 1 recibe a caminantes que están realizando el Camino de Santiago durante todo el año. El espacio fue inaugurado en 2007 aunque se pusieron nuevas instalaciones en 2018. Actualmente además cuenta con la credencial a peregrinos, se alojen en el albergue o no.
Uno de los voluntarios, José Luis García, se encontraba en el interior del local junto a una compañera facilitando información a uno de los peregrinos que acababa de llegar a la ciudad. García comentó que «este año está viniendo mucha gente, de hecho el número de caminantes está siendo mayor en comparación al año pasado pero de una manera diferente. Hasta el momento está habiendo más gente que en otros años».
«Hasta para ligar»
«Todos los que ayudamos en este albergue somos voluntarios. No cobramos una peseta»
En cuanto al público que hace el Camino de Santiago y se hospedan en el Albergue de Irun, el voluntario explicó que «viene gente de todo el mundo, por ejemplo esta semana hemos tenido a dos de Sudáfrica. La distancia da igual, vienen de absolutamente de todo el mundo». Aseguró que «hoy en día diría que por religión o por fe lo hará el 10%. Muchos lo hacen por otros motivos, ya sean deportivos, para encontrarse a sí mismo o hasta para ligar» e hizo hincapié en que «hay muchísimas motivaciones pero ya no es como era antiguamente, precisamente por religión hoy en día es minoritario».
En cuanto al albergue, «tiene una cocina amplia y completa. La gente suele cocinar aunque también hay otros muchos que prefieren comer por Irun. Muchos optan por ir a por el menú del día» comentó el voluntario. Añadió que «en total hay disponibles 60 camas, cada habitación tiene 20 y hay cuatro baños y cuatro duchas arriba y abajo hay otros cuatro baños y dos duchas».
Mientras seguía llegando gente al albergue, García explicaba que «por las mañanas, a las 6.30 horas ponemos música suave para que los caminantes se vayan despertando y encendemos las luces. Les damos el desayuno porque de aquí hasta Pasajes San Juan, que es la primera etapa, no hay nada abierto. Desayunan, preparan sus cosas y, eso sí, a las 8.00 horas todos tienen que estar fuera porque tenemos que empezar con la limpieza y dejar todo listo para los nuevos peregrinos».
Además, José Luis aclaró que «no cobramos pero sí pedimos un donativo responsable porque ese donativo lo utilizamos para mejorar las instalaciones o comprar desayuno» aunque comentó que «hay de todo. Hay unos que te dejan más y otros menos».
El trabajador matizó y añadió que «todos los que ayudamos en este albergue, absolutamente todos somos voluntarios, no cobramos una peseta». «De hecho, vendrá una chica de Hungría como voluntaria y todos nos pagamos el viaje de nuestro bolsillo», explicó el voluntario. Aseguró que «no queremos que el tema económico sea un impedimento a la hora de realizar esta etapa del Camino de Santiago».
Paisajes y calma
En una de las habitaciones se encontraba Endry, procedente de Marsella. «Me gusta caminar, conocer gente nueva y visitar lugares diferentes» comentaba el francés. «Lo estoy realizando solo, no es mi primera vez, creo que es la quinta pero siempre hago un recorrido diferente» explicó mientras se acomodaba.
Jacob, de la República Checa, estaba mirando un mapa que le acababan de facilitar en recepción, comentó que «no soy católico pero sé que este viaje es por un fin religioso. Necesitaba unas vacaciones largas y me he animado a hacerlo». Además, mientras miraba las instalaciones del albergue valoraba que «creo que está muy bien y la gente que me ha atendido ha sido muy amable. Me han dado más información porque estaba un poco perdido. Han sido muy atentos conmigo».
Una de las caminantes, Catalina, se encontraba limpiando la ropa en el piso de abajo del albergue, comentaba que «es la primera vez que me he animado a hacerlo y lo hago sola».
«Soy de Irlanda y hoy es mi primer día así que de momento no estoy cansada, veremos en diez días» reía. Aseguró que «en Irlanda es bastante conocido hacer el Camino de Santiago. Mi madre y varios de mis amigos lo han hecho y me han contado que es un viaje mágico, me encantó la idea y me he animado a hacerlo» aunque, añade que «no sabía si iba a ser seguro porque lo quería hacer sola pero veo que sí». Por último, mientras sonreía explicaba que «me ha encantado el paisaje que iba viendo mientras caminaba».
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