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Una mujer asciende por la escalera donde tuvo lugar la agresión a una mujer en el casco antiguo de Irun. F. DE LA HERA
Intento de homicidio en Irun

«La estaba ahorcando y nosotros intervinimos porque, si no, la mata»

Vecinos de la parte vieja de Irun redujeron a un hombre que intentó estrangular a su expareja y lo retuvieron hasta que llegó la Ertzaintza. El varón está ya en prisión

Miércoles, 29 de octubre 2025, 01:00

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La intervención heroica de vecinos del número 14 de la calle Larretxipi de Irun salvó la vida de una mujer que vive en este mismo edificio, situado en el corazón de la parte vieja de la localidad. A primera hora del domingo, patrullas de la ertzain-etxea del municipio fronterizo recibieron el aviso de que un hombre estaba siendo retenido por varios vecinos en el exterior del inmueble después de que hubiera intentado estrangular a una mujer, su expareja. «La estaba ahorcando y nosotros intervinimos porque, si no, la coge y la mata».

Quien así se expresa es uno de los residentes que detuvo la agresión, y que ayer a última hora de la tarde, dos días y medio después del suceso, confesaba estar aún conmocionado. «No me quito el susto del cuerpo», comentaba.

El presunto agresor, de 40 años y de origen latinoamericano, ya ha ingresado en prisión y está acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa. Fue puesto este martes a disposición judicial por la Ertzaintza tras completar la diligencias policiales, y el Juzgado de Violencia contra la Mujer de Irun decretó su encarcelamiento.

«Conseguimos que la soltara, pero entonces el chico se metió dentro del piso de ella y empezó a partirlo todo»

Vecino del edificio

Testigo de los hechos

El intento de homicidio se produjo en uno de los rellanos del edificio, un inmueble de tres plantas de altura. Se trata de uno de los inmuebles típicos de la parte vieja irundarra y, si bien no es uno de los más antiguos en cuanto a fecha de construcción, carece de ascensor y la caja de escaleras es de dimensiones reducidas.

El detenido sabía que ese era el edificio en el que vivía su expareja, con la cual anteriormente había tenido una orden de alejamiento si bien esta medida judicial ya no estaba en vigor. Al parecer, estuvo llamando al timbre de varios de los domicilios desde el telefonillo del portal. Finalmente consiguió acceder al interior y llegó hasta el piso en el que reside la mujer, también de origen latinoamericano. El hombre empezó a insultarla y a agredirla en el rellano, frente a la puerta de su domicilio. Ella trató de defenderse utilizando un manojo de llaves.

Alertados por los gritos, varios vecinos salieron de sus domicilios «y vimos que un muchacho estaba asfixiando» a la mujer, a la que sujetaba contra la pared. Según narra este testigo de los hechos, «para cuando salimos, ella ya no respiraba. Nos metimos en medio» para separar al agresor de su víctima. «Conseguimos que la soltara», pero el detenido irrumpió entonces dentro del piso de la mujer «y empezó a partirlo todo», explica el testigo.

«Ese mismo día por la tarde hablamos con la mujer. Nos dijo que si no hubiéramos salido a ayudarla, la mata»

Según confirmó la Ertzaintza, tras el ataque el hombre entró violentamente en la vivienda de su expareja y destrozó parte del mobiliario, un espejo, un ordenador portátil y dos teléfonos móviles, entre otros objetos. Los mismos vecinos que habían detenido el ataque consiguieron reducirlo y sacarlo al exterior del edificio. «Justo entonces llegó la policía», que detuvo al hombre.

Otros residentes en la calle Larretxipi que se asomaron a sus ventanas alertados por los gritos también presenciaron el momento de la detención. «El tipo tenía la cara ensangrentada», recuerda uno de ellos.

«No dejaba de llorar»

La víctima de la agresión fue atendida en un centro sanitario y también asistida por la Ertzaintza siguiendo el protocolo en los casos de violencia de género. Pudo volver a su domicilio el mismo domingo por la tarde. «Hablamos con ella», confirma uno de los vecinos que detuvo la agresión. «Estaba bien» en cuanto a su estado físico, «pero no dejaba de llorar. Nos decía que si no hubiéramos salido a ayudarla, la mata». Este vecino recuerda que las patrullas de la Ertzaintza permanecieron «buena parte del día» en la calle Larretxipi.

Esa presencia policial no pasó inadvertida para otros iruneses que viven en esta misma vía. Algunos de ellos desconocían qué era lo que había ocurrido ese día, pero según comentaban ayer, que haya patrullas en esta calle no es una circunstancia fuera de lo común. «Cada día hay algo», lamentaba un vecino. «El verano en esta calle ha sido un cuadro».

Hace dos semanas, en Zarautz

Esta agresión de Irun se produjo 11 días después de la que tuvo lugar, el pasado día 15, en Zarautz. Aquella, con consecuencias fatales. Un hombre de 47 años informó de una muerte en su domicilio. Tras acudir los agentes al lugar de los hechos, este varón fue detenido como principal sospechoso de haber cometido un presunto delito de homicidio. La víctima fue una mujer de 53 años, que apareció muerta ese mismo miércoles por la noche en una vivienda de la calle Indamendi de Zarautz. El detenido tenía antecedentes por violencia machista.

Puesto a disposición judicial, el Juzgado de Guardia de Azpeitia decretó su ingreso en la cárcel de Martutene hasta que se celebre el juicio.

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