El acusado de ofrecer dinero a cambio de sexo a la hija menor de su amigo en Irun reconoce los hechos
Le propuso realizar actos sexuales por diferentes cantidades, aunque nunca tuvieron contacto
Uno a uno el acusado de ofrecer dinero a la hija menor de edad de un amigo en Irun ha ido reconociendo los hechos de los que se le acusa en el juicio que se ha celebrado este lunes en la Audiencia de Gipuzkoa. La fiscal se ha ido exponiendo los mensajes que envió a la joven, en los que le proponía, por ejemplo, que le masturbase por 80 euros. «Sí, los reconozco», ha dicho el procesado. Tras esa confesión la Fiscalía ha reducido la petición de pena a los 2 años de cárcel por un delito de corrupción de menores cometido sobre menor de 16 años, con otros 6 de libertad vigilada, y la prohibición de trabajar con menores durante 7 años, además del pago de 3.000 euros de responsabilidad civil. La acusación particular mantiene la petición de 6 años de prisión, mientras que la defensa solicita que la pena sea de 1 año de cárcel.
Los hechos ocurrieron entre septiembre y octubre de 2020. El acusado y la menor se conocían desde hace «unos 6 o 7 años», según ha manifestado el hombre, por la relación que mantenía con su padre y su pareja. En algunos casos el varón había tenido conversaciones con la menor para «darle apoyo» por un problema familiar, «y ahí hablamos más a menudo». También ha señalado que le había dado dinero en dos ocasiones que se lo había pedido.
Las peticiones sexuales se iniciaron a raíz de un mensaje de la menor, en el que le preguntó si conocía algún trabajo que pudiese realizar, ya que necesitaba dinero. «¿Le propuso que mantuvieran relaciones sexuales a cambio de dinero? ¿Le realizó diferentes propuestas? ¿Le preguntó qué le haría por 100 euros? ¿Le propuso quedar en su trastero a fin de tener relaciones, tales como frotarse o eyacular sobre ella, siempre a cambio de dinero? ¿Quedó en darle 80 euros si le masturbaba y le dejaba meter los dedos en su vagina, y llegó a fijar una fecha para ello?». A todas las preguntas de la fiscal, el hombre ha dicho «sí», aunque apuntó que «nunca llegó a haber ningún tipo de encuentro sexual».
Por otro lado, ha negado que tuviese la intención de ofrecer los servicios sexuales de la menor a terceros, ya que en un mensaje le aseguró que un amigo podía darle 50 euros por hacerle una felación. «Era para mí».
Fue la hermana de la menor la que descubrió los mensajes. «Era bastante amigo de mi padre y con mi hermana cogió más confianza y se aprovechó de ella», ha dicho la testigo, que ha explicado que detectó que su hermana llegaba a casa con dinero, y que le reconoció que se lo daba el acusado. «Por los mensajes que yo vi, deduzco lo que pudo pasar», ha señalado, aunque ha reconocido que la menor nunca le dijo que hubiesen tenido un contacto sexual.
La declaración que la menor prestó en instrucción, que se ha proyectado en la sala como prueba preconstituida, se ha realizado a puerta cerrada. Tal y como ha explicado su letrada, desde que ocurrieron los hechos recibe tratamiento psiquiátrico y psicológico.
Pintadas y fotos
Una vez denunciados los hechos, el varón fue detenido el 16 de octubre de 2020. «Cuando me detuvieron se me cayo el mundo encima porque sabía lo que había hecho. No podía con mi alma, prefería morirme». El hombre, que confesó los hechos también ante el médico psiquiatra forense que le entrevistó por estos hechos, señaló que empezó a recibir ayuda psicológica «por lo que había hecho», y también por la reacción de su vecindario cuando se conoció lo ocurrido, donde realizaron pintadas y se colocaron carteles con su fotografía acusándole de pederasta. «Tuve que ir al psicólogo porque me quería suicidar, sabía lo que había hecho».
Ese médico forense ha explicado que el encausado estaba «hecho polvo», que reconoció los hechos y que se mostró «por un lado arrepentido y por otro desconcentrado», y que le dijo «no sé qué me pasó, se me fue de las manos». No obstante, ha señalado que es una persona «absolutamente normal desde el punto de vista psicopatológico», y que no tenía afectadas sus capacidades, «por lo que la imputabilidad» por los hechos «era total».