Mikel Sarasola narra su descenso en piragua por el río nepalí Humla Karnali
'En busca de tu aventura' proyecta el documental del piragüista sobre este viaje fluvial de 400 kilómetros por «una tierra anclada en el pasado»
IÑIGO MORONDO
Miércoles, 8 de febrero 2017, 00:18
El especialista en kayak extremo Mikel Sarasola será el protagonista de la próxima sesión del programa 'En busca de tu aventura', mañana a las siete y media de la tarde en la sala de conferencias del Amaia. En 2015, este donostiarra se embarcó en una aventura por los valles de las montañas nepalíes junto a tres expertos palistas, Fermín Pérez, Axier Alemán y Nacho Cinto, de la empresa de rafting y deporte extremo River Guru, en Murillo de Gállego.
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Si aún cabe hablar de rincones del planeta poco explorados, la parte alta del río Humla, en pleno Himalaya, es sin duda uno de ellos. La singular experiencia vivida por los cuatro aventureros quedó recogida en el documental 'Humla', firmado por Sarasola y estrenado a finales del pasado año en el Mendi Film Festival de Bilbao. Mañana, el donostiarra lo presentará en Irun personalmente y en euskera.
Un comienzo tortuoso
El plan inicial del equipo de piragüistas era trasladarse en avioneta hasta Simikot, una población con aeropuerto en la región más inaccesible y deshabitada del Nepal desde la que iniciar el descenso. Restricciones por la situación política en el país impidieron que se pudiera cumplir la previsión, así que llegar allí requirió de tres jornadas de autobús, una de jeep y «siete días de trekking. Íbamos a hacer ese camino porteando los kayaks nosotros mismos, pero enseguida vimos que no estábamos tan fuertes como pensábamos», cuenta Sarasola. No era sólo el peso de las embarcaciones, sino del resto del material y las provisiones. Contrataron porteadores, «que siempre querían ir más lento y cada día pedían más dinero». Aún pasaron varios días más explorando el punto más alto desde el que poder iniciar su aventura.
Finalmente arrancó un viaje de cerca de 400 kilómetros en kayak, «que tuvo de todo y sobrepasó las expectativas con creces», mezclando kilómetros de continuos rápidos de clase 5, otros con algo menos de exigencia, incluso un final en aguas más tranquilas. «Fue un proyecto que nos exigió mucho más de lo que esperábamos y que demuestra que aún hay muchos lugares en los que la palabra aventura toma su máximo significado», valora Sarasola, que mañana en el Amaia, tanto con su documental como con sus explicaciones, dará cuenta del detalle de su viaje: el piragüismo extremo, las muchas noches al raso, el mundo diferente que se esconde entre aquellas montañas... «Lo hicimos todo sin ayuda de medios mecánicos, al más puro estilo Himalaya», destaca el piragüista. «Es una tierra anclada en el pasado, un oasis del mundo occidental en el que el tiempo tiene otro ritmo y eres consciente de la suerte que tienes de poder complicarte, porque complicarse es divertido, pero sabiendo que después regresarás a tu mundo».
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