El Sardara acude este fin de semana al Certamen de Pintxos Medievales

Los presentes en Laguardia durante el fin de semana podrán degustar las siete creaciones a través de una ruta creada para la ocasión. Los cocineros de la Red han sido acogidos por bares y restaurantes de la localidad de la Rioja Alavesa. El hermanamiento del Sardara se ha producido con el Restaurante La Muralla, situado en la calle Páganos, cerca de la calle Mayor. Allí tendrán que desplazarse los que quieran catar el manjar hondarribitarra. Tendrá un coste de 2,5 euros en los que está incluido una copa de vino o un zurito.

En cuanto al resto de participantes, en la Hospedería los Parajes estará disponible 'Es tiempo de Barbacoas de Estella', en el Batzoki 'Consuegra Little City' de Consuegra, en el Hiruko 'El rollito de solomillo de cerdo con puré de boletus y harina de garbanzos' de Olivenza, en el Bar El Jubilado 'El corte de carrillera ibérica con boletus y foie' de Sigüenza, en el Hotel Villa de Laguardia 'Las Capas Medievales' de Almazán y en el Villa Lucía el 'Financier de ahumado y foie' de Laguardia.

Gorka Souto y Martín Merino partirán hoy mismo hacia la villa alavesa, al término del servicio de mediodía. No tendrán demasiado tiempo para deshacer la maleta porque a la noche les espera la preparación de la cena de bienvenida. La particularidad del certamen radica en que los participantes deben utilizar ingredientes precolombinos para su elaboración. «Te dejan 'pelao'. Limita bastante porque no puedes utilizar alimentos como la patata, el tomate, las alubias, el maíz, o los pimientos», cuenta Gorka Souto.

Con ese requisito, en el Sardara ha tenido que agudizar el ingenio para crear 'Hegaluze'. El pintxo está montado sobre una tosta hecha sin levadura, una base parecida a la de una pizza. Contiene una salsa de fresas para aportarle un punto de acidez y un escabeche realizado con haba y aceituna negra. El ingrediente principal es la ventresca de bonito, que se presenta acompañada con un poco de panceta, una mayonesa y unas flores. Una delicia que ha llevado al Sardara hasta Laguardia y que está pensada para comerse en dos o tres bocados.

«Estamos contentos por representar a Hondarribia, pero reconozco que es una responsabilidad», explica Souto. El chef añade que «hay que estar a la altura de los que han ido anteriormente. Bixente -en relación al Gran Sol- abrió el camino, fue el que se salió de la línea tradicional y para nosotros será un privilegio presentar nuestro pintxo en el certamen. Somos un local nuevo, con únicamente tres años de vida, unos novatos, y vamos a intentar hacerlo lo mejor posible».