Hondarribia

EAJ-PNV estima que Abotsanitz «se cree su propio relato de cambio y está alejado de la autocrítica»

Al cumplirse dos años desde que Abotsanitz gobierna en Hondarribia, EAJ-PNV ha criticado que este partido «asume algunos logros como propios, sin reconocer el trabajo previo que lo ha hecho posible». Se refieren los nacionalistas «al puente de San Nicolás, la calle Santiago, la urbanización de Arrantzale Auzoa o el nuevo espacio de Servicios Sociales en Muliate». Son actuaciones «proyectadas, presupuestadas o iniciadas por el anterior gobierno del PNV».

Además, «en relación a la 'herencia recibida', lo mismo ocurre con el proceso de estabilización del personal del Ayuntamiento, que arrancó hace años y ha permitido consolidar plantillas». Por contra, «la compleja renovación de Saindua Gaztelekua se inició al final de la anterior legislatura, y dos años después, con más de un año de retraso, nada sabemos de lo que está ocurriendo y qué se está haciendo para avanzar».

EAJ-PNV considera que «el nuevo equipo de gobierno ha hecho bandera de un discurso de renovación, participación y ritmo diferente. Sin embargo, las formas de hacer política que se prometieron han quedado en meros eslóganes».

El equipo de gobierno «repite que ahora las cosas se hacen de otra manera, con más participación. Pero la experiencia dice lo contrario. En procesos clave como el Plan General o la nueva ordenanza de terrazas, la información se ha entregado tarde, sin tiempo suficiente para su estudio y sin generar espacios reales de trabajo compartido con los grupos de la oposición. No se ha ofrecido ningún cauce de negociación. Y pese a ello, se exige nuestro apoyo».

Desde EAJ-PNV recuerdan que «durante años, Abotsanitz exigió soluciones en muchos frentes. Hoy, con la oportunidad de cambiar las cosas, el polideportivo sigue sin gestión directa, con la cafetería y el restaurante cerrados; el bidegorri no avanza ni un metro; el aparcamiento sigue siendo un problema y en jardinería, limpieza o ayuda a domicilio simplemente han continuado sacando concursos, como antes».

En el apartado de vivienda, «lo más visible son las fotos del alcalde estrechando la mano con constructores, sin una sola ayuda al alquiler».

Los nacionalistas perciben «una sensación generalizada de una ciudad más sucia, más abandonada y con una actitud permisiva por parte del Ayuntamiento».

Según EAJ-PNV, «la gestión de Abotsanitz se caracteriza por un fuerte discurso de transformación, pero por una práctica de autocomplacencia. Se creen su propio relato de cambio, de nuevas formas, de hacer las cosas mejor. Pero lo cierto es que toman decisiones sin diálogo ni consenso. Desde el PNV seguiremos haciendo una oposición responsable, firme pero constructiva».