Ver fotos
Una caída acorde a los tiempos
La celebración de la Semana Santa se ha recuperado este año, pero en formato reducido
iñigo aristizabal
Hondarribia
Domingo, 4 de abril 2021, 21:40
En 2020, en el primer y más estricto confinamiento, no hubo celebraciones de Semana Santa en Hondarribia. Resultó un hecho del que no se conocen precedentes y todos, tanto los más religiosos como aquellos que se arriman más por curiosidad, entendieron la suspensión como algo irremediable en aquel momento tan especial.
Publicidad
Esa tradición de tantos siglos se ha recuperado este año, aunque en formato reducido. Todavía el peligro del coronavirus es grande y existen unas cuantas restricciones y recomendaciones para pelear contra la pandemia.
Javi Bilbao, que lleva veinte años ejerciendo como capitán de los romanos en la Semana Santa hondarribitarra, explica que «se ha querido recuperar lo que no se pudo hacer el año pasado. Se están organizando algunas actividades y ésta podía ser unas de ellas, aunque sin hacer nada en la calle y con aforo reducido en la parroquia».
Así pues, el viernes se llevó a cabo la Pasión del Señor, sin que tuviera continuación con la Procesión del Silencio, que es uno de los eventos más característicos de la Semana Santa hondarribitarra y que congrega a cientos de espectadores tanto en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano como en las calles por las que discurre.
En esta ocasión, los pasos que componen la procesión estaban colocados –como de costumbre desde el sábado anterior– de forma estratégica en la iglesia. El acceso al interior del templo estaba regulado, por lo que no se produjo, ni de lejos, el lleno habitual de cada Viernes Santo.
Publicidad
Descendimiento
Los romanos acudieron a cumplir con su tarea y también los apóstoles y con estos actores se pudo reflejar el cuadro del descendimiento. Ese paso y el del entierro fueron los únicos que tuvieron protagonismo en la función litúrgica.
Otro de los momentos álgidos de la Semana Santa en Hondarribia llega el Domingo de Resurrección, con la peculiar caída de los romanos al tener noticia de que aquel al que enterraron había resucitado.
Publicidad
Apunta Bilbao que «tanto el viernes como el domingo, los romanos no fuimos a la parroquia en procesión y con música, sino que empezamos desde dentro y solo con un tambor para marcar el paso».
En el transcurso de la misa, en el momento en el que se entonó 'Gloria in excelsis Deo' (Gloria a Dios en el Cielo), los romanos se desplomaron. El capitán fue el primero en despertar y fue comprobando que sus soldados no lo hacían, por lo que volvió a desmayarse. Poco después, todos ellos despertaron y, con los cascos mal puestos y las lanzas del revés, se marcharon del lugar. Allí mismo se produjo instantes después la Ttopara, el encuentro entre Jesús y la Virgen María.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión